Los negocios y la imagen siguen viento en popa
Que los resultados no sean los que eran no afecta en nada a la máquina de negocios que es Rafael Nadal. El español será mañana anfitrión de 470 personas en una cena de gala en el Hotel Inter-Continental de París, un palacio construido en 1862 con vistas a la Ópera de París. Junto al jugador estará María Francisca Perelló, su más que discreta novia, que tiene una exposición mucho menor que la de Mirka Federer, madre de los cuatro hijos del suizo. Los asistentes a la cena pagarán 1500 euros el cubierto como contribución. Así, en una noche la Fundación Rafael Nadal sumará 700.000 euros para sus proyectos. Otro asunto extratenístico en el que estuvo trabajando Nadal en los últimos meses es en su costado “fashion”: si años atrás asombró con unas imágenes bastante atrevidas para lo que hasta entonces era su perfil, ahora volverá a aprovechar su físico perfecto y la fama que tiene como uno de los grandes deportistas de la última década. Aquella vez fue con Armani; esta vez será la imagen de Tommy Hilfiger para la campaña otoño/invierno europeo.
Imán para los anunciantes, también lo es últimamente para las editoriales. En las últimas semanas se publicaron cuatro libros –tres en español y uno en francés– que reflejan diversos aspectos de su carrera. En uno de esos libros el epílogo está escrito por Ingrid Betancourt, aquella política colombiana secuestrada durante seis años por las FARC que se hizo fuerte escuchando por radio los partidos del español: “Sentía que su energía llegaba a la selva. Yo diría que es un ángel”.