Córdoba. ajustada victoria de Schiaretti sobre el radical aguad
Superó por cuatro puntos a la triple alianza encabezada por el radical Aguad, que tuvo un resultado mejor al pronosticado; la mayor sorpresa fue el lejano tercer puesto del kirchnerista Accastello; para De la Sota, los perdedores fueron Scioli y Macri
CÓRDOBA (Deun enviado especial).– En un escrutinio llamativamente lento, el candidato del oficialismo provincial, Juan Schiaretti, logró un ajustado triunfo y se consagró sucesor del actual gobernador y precandidato presidencial, José Manuel de la Sota, al derrotar por poco más de cuatro puntos al postulante radical Oscar Aguad, aliado de Pro.
En tercer lugar, a 20 puntos del ganador, se ubicó el representante del kirchnerismo, Eduardo Accastello, lo que lo convirtió en el gran derrotado de la jornada, tras haber recibido el respaldo de los integrantes de la fórmula presidencial kirchnerista, Daniel Scioli y Carlos Zannini.
A la medianoche, escrutado el 66% de las mesas, el binomio de Schiaretti y Martín Llaryora obtenía el 38,5% de los votos, contra la fórmula de Aguad y el macrista Héctor Baldassi, que lograba el 33,9%, en representación de la Alianza Juntos por Córdoba. integrada también por el senador Luis Juez, del Frente Cívico. Aguad, además, ganó por casi 7 puntos en la capital de la provincia.
Schiaretti, que ya había sucedido a De la Sota en 2007, asumirá como gobernador el 10 de diciembre. Ambos están enfrentados con la Casa Rosada.
CÓRDOBA.– Al cierre de esta edición, y con el 38,4% de los votos sobre el 66% del padrón escrutado, Juan Schiaretti y Martín Llaryora conseguían una ajustada victoria y la gobernación para Unión por Córdoba (UPC), el frente que comanda el mandatario peronista José Manuel de la Sota y que rige los destinos de estas tierras desde 1999.
En segundo lugar, con el 34% de los votos, quedó ubicado el binomio de los diputados Oscar Aguad (UCR) y Héctor Baldassi (Pro), referentes de Juntos por Córdoba, la triple alianza conformada por radicales, macristas y el Frente Cívico del senador Luis Juez, que logró un mejor resultado que el pronosticado. La mayor sorpresa fue el lejano tercer puesto del kirchnerismo.
Tanto Schiaretti como De la Sota nacionalizaron el resultado provincial y trazaron su propia lectura política. Desde el escenario del festejo montado sobre la avenida General Paz, en el centro de esta ciudad, De la Sota levantó los brazos de su compañera de fórmula, Claudia Rucci, y de sus rivales en la interna del frente UNA, Sergio Massa y el intendente salteño Gustavo Sáenz, y presentó el triunfo local como el fin de “la polarización que instalaron el Gobierno y algunos medios” entre el kirchnerismo y Pro. “Hoy hay dos perdedores: Daniel Scioli y Mauricio Macri”, remarcó, para rematar: “Hoy nace un nuevo modelo para gobernar el país” (ver aparte).
Aguad se impuso al delasotismo en la capital provincial y evitar el desplome que le profetizaron sus rivales. Pero el frente no pudo con los cortocircuitos entre Juez y el intendente capitalino Ramón Mestre (UCR) ni defender la suma de votos que por separado habían conseguido en otros comicios y que hoy le hubieran dado la victoria. Anoche, en el búnker de la triple alianza pedían “prudencia” y hablaban de un escenario de “empate técnico” (ver aparte).
Muy lejos del batacazo que anunciaron en la previa, el kirchnerismo volvió a sentir el frío que despierta entre los cordobeses: el frente Córdoba Podemos, que candidateaba al intendente de villa María, Eduardo Accastello, y al humorista Cacho Buenaventura (de cuna radical), quedaba anoche en el tercer puesto, con el 17,8% de los votos. El candidato había recibido el espaldarazo de Scioli y su compañero de fórmula, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, con un megaacto, la semana pasada. Ayer, Accastello y Buenaventura llegaron a su búnker a las 19, pero se mantuvieron aislados hasta entrada la noche.
Diferenciación
Schiaretti empezó y terminó su discurso agradeciendo a De la Sota y, aunque con menos pólvora y sin individualizar al destinatario de sus mensajes, marcó distancias con la Casa Rosada. “Nuestro triunfo jamás nos hará caer en la tentación de la arbritrariedad, el autoritarismo y la soberbia. Para nosotros son sagrados la libertad de prensa, la división de poderes y la independencia de la Justicia. Por eso no voy a nombrar a un solo juez. No somos partidarios de la chequera ni del látigo”, remarcó. Tras ratificar las promesas de su campaña y dedicar el triunfo a los desaparecidos en la última dictadura militar, Schiaretti le puso color local al triunfo. “Tenemos el orgullo de que nos guste el mate dulce con yuyos, el fernet con coca y el cuarteto –dijo, para contrastar–, pero no somos una isla: Córdoba sufre los desmanejos de esta patria argentina.”
Aunque nunca fue puesto en duda, el delasotismo dio por sentado el resultado a las 21.38, cuando el legislador electo Carlos Massei anunció que la Presidenta, el gobernador Daniel Scioli y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se habían comunicado con Schiaretti para felicitarlo por la victoria. Schiaretti aclaró luego que también Zannini y el misionero Maurice Closs lo habían llamado.
El gesto fue la confirmación de que el “Gringo” intentará mantener con el kirchnerismo o el macrismo (si llega a la Casa Rosada) una mejor sintonía que De la Sota. Ya lo había hecho en 2007, cuando ganó por primera vez la gobernación: tuvo el apoyo explícito de la Presidenta y se declaró parte del “proyecto nacional y popular”.
En la previa, la oposición había cuestionado a la empresa Smartmatic, a cargo del escrutinio provisorio, por sus antecedentes en comicios de Brasil, venezuela y los Estados Unidos y por supuestos vínculos con el chavismo. Durante las pruebas del escrutinio, la justicia electoral cordobesa detectó fallas en la carga de datos. Ayer, el titular de Smartmatic, Luis vecchi, anticipó que el escrutinio recién iba a comenzar a mostrarse a las 23, lo que volvió a agitar las aguas en la oposición. La brecha de apenas cuatro puntos con Aguad acentuó aún más ese escenario.