LA NACION

Euforia y reserva

los futbolista­s recorriero­n las calles, y el dt sampaoli eligió una pizzería en familia

- Federico Grünewald DE NUESTRA CORRESPONS­ALIA

SANTIAGO, Chile.– Como se realiza una ofrenda en un ritual, Claudio Bravo posó la Copa América frente a Michelle Bachelet y todos, incluyendo la presidenta, saltaron como si estuvieran aún en el palco del estadio. Llevaban recién dos horas de sueño cumplido y los muchachos de Jorge Sampaoli recibían el trato de héroes en el Palacio de La Moneda y preparaban su salida al balcón para saludar al pueblo, un gesto reservado para muy pocos en la historia de Chile. Solo faltaba uno: Jorge Sampaoli.

El DT argentino que llevó a la Roja a conseguir el más grande logro futbolísti­co en su historia estaba a esa misma hora junto a su familia en Brunapoli, una pequeña pizzería de La Dehesa, barrio alto de Santiago, sacándose fotos de muy buena gana con quien se lo pidiera y firmando camisetas. Al menos cuatro apareciero­n después en los Instagram de quienes las consiguier­on. Verónica Ulloa fue una de ellas. Contó que había una mesa larga reservada y que nunca imaginó que fuese para Sampaoli. Al llegar él todavía con su buzo de entrenador, los comensales lo ovacionaro­n de pie. Iba con su novia chilena, con su hija, su hijo –conocidos por el spot de un banco en el que apareciero­n en el último mes– y con otras diez personas. Afuera, los vecinos comenzaron a reunirse para mirar por la ventana. “Francesco, el dueño de la pizzería, les llevó prosecco a la mesa para brindar y después tocaron el We are the champions. Todos le cantaron”, dijo Verónica, que fue al estadio y además tuvo la fortuna de encontrars­e con el artífice de una jornada épica.

¿Por qué Sampaoli no fue a La Moneda? Allá no tocaron el himno de Queen, pero sí había una tarima en la Plaza de la Constituci­ón y miles de personas esperando glorificar a los ídolos, que llegaron en un ómnibus descapotab­le circulando entre la multitud. Nada más lejano de cómo celebra Don Sampa, como lo llaman en Chile. Acá cultivó siempre el bajo perfil y no porque le moleste aparecer en los medios o ser conocido, sino porque es muy tímido y porque para él la humildad y el respeto son leyes.

Esas normas de vida trató de traspasárs­elas a sus jugadores tanto como pudo, incluyendo a Arturo Vidal y a Gonzalo Jara después de sus bochornos en pleno torneo –choque en la Ferrari y el dedo a Cavani–. “Mi conducción es convencerl­os y no tomar decisiones dictatoria­les”, explicó tras la final, aunque esa filosofía no la inventó él tampoco. Es parte del legado de Marcelo Bielsa, que marcó hondo el fútbol chileno. Una de sus frases era: “Para conseguir el éxito, es necesario el sufrimient­o y la humildad”. Chile conocía bien el sufrimient­o, pero no siempre era humilde.

Fue por respeto a la Argentina y a sus compatriot­as que Sampaoli celebró la Copa América como un logro deportivo en el estadio y como una alegría familiar en un restaurant­e. Él pidió a su equipo y a sus futbolista­s que lo comprendie­ran. Además, aparecer en la casa de gobierno habría sido como sumarse al bullying que a esa hora sufrían Higuaín y Messi en todo el mundo. También habría significad­o ceñirse a cierto protocolo que lo iba a incomodar, porque Bachelet no goza de su mejor popularida­d y ya ha ocurrido antes que la ciudadanía evalúa mal las escenas forzadas que mezclan deporte y política. Sin ir muy lejos, a Sebastián Piñera le pasó dos veces mientras estuvo Bielsa.

El técnico siempre dijo que las puertas para una posible partida se abrían después de este campeonato y no antes. Ayer mismo el diario español Marca lo dio con un pie afuera de la selección chilena. Sin embargo, y pese a que su más probable destino sea un club de Europa –es una de sus metas profesiona­les y seguiría los pasos de Bielsa, su mentor–, él no ha querido cerrar el proceso en Santiago, porque le quedan tres desafíos inmediatos: la Copa América Centenario el 2016, la clasificat­oria al Mundial de Rusia, que parte en octubre, y la Copa Confederac­iones de 2017, que Chile disputará por primera vez en la historia.

Ayer había mucha inquietud con el titular de Marca. Todos, desde hinchas hasta periodista­s, quisieron hablar con él y saber qué sucederá, pero Sampaoli repitió lo de la noche anterior, que ya llegará la hora de ver eso y que por ahora lo dejen disfrutar este momento. Descansó hasta la tarde, cuando en Santiago empezaba a llover por primera vez en el invierno más seco de los últimos 50 años.

 ?? Efe ?? Los jugadores celebraron en las calles de Santiago sobre un ómnibus descapotab­le
Efe Los jugadores celebraron en las calles de Santiago sobre un ómnibus descapotab­le
 ??  ?? Sampaoli, en la pizzería
Sampaoli, en la pizzería

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina