LA NACION

Una multitud, en defensa de la Justicia

Una multitud convocada por jueces y abogados protestó en contra de la nueva ley de subroganci­as que impulsó el kirchneris­mo; Recondo denunció una “avanzada final” del Gobierno

- Paz Rodríguez Niell

Una marcha multitudin­aria convocada por jueces y abogados se manifestó ayer frente al Palacio de Tribunales en defensa de la independen­cia judicial y para protestar contra la nueva ley de subroganci­as impulsada por el kirchneris­mo. El presidente de la Asociación de Magistrado­s y único orador, Ricardo Recondo, denunció una “avanzada final” del Gobierno tendiente a “subordinar al Poder Judicial” para evitar que se ponga límite a los “desbordes” de otros poderes. Los organizado­res calcularon que hubo 10.000 personas y la Policía Federal no brindó datos.

Jueces y abogados encabezaro­n ayer, al pie del Palacio de Tribunales, una manifestac­ión en contra de la nueva ley de subroganci­as que promovió el kirchneris­mo y se manifestar­on en defensa de la “independen­cia judicial”.

“La única Justicia legítima es la Justicia independie­nte”, dijo Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrado­s y único orador del acto. Caía la noche y frente al Palacio que tenía sus enormes columnas iluminadas miles de personas lo aplaudían desde la plaza Lavalle. Según Recondo, llegaban a unas 10.000, pero no hubo estimacion­es oficiales. Ni la Policía Federal ni la Policía Metropolit­ana dijeron haber hecho el cálculo.

El discurso de Recondo fue durísimo. Denunció una “avanzada final” del Gobierno tendiente a “subordinar al Poder Judicial” para evitar que cumpla con su deber de controlar los “desbordes” de los otros poderes. Afirmó que el Poder Ejecutivo quiere un “modelo judicial” que requiere “subrogante­s inestables o jueces manifiesta­mente adeptos” y prometió dar la pelea en defensa de la independen­cia del Poder Judicial y la democracia. “Nunca nos vamos a rendir”, anunció encendido.

Los manifestan­tes eran, en su mayoría, gente de más de 50 años que había llegado sola o en pequeños grupos. Varios con banderas argentinas y algunos con carteles manuscrito­s, ocupaban más de la mitad de la plaza. “No suiciden a Cabral”, decía uno. Luis Cabral es juez de un tribunal oral y subrogaba una vacante en la Cámara de Casación hasta que fue removido por el Consejo de la Magistratu­ra. Lo corrieron de la subroganci­a cuando la sala que él integraba debía resolver si declaraba inconstitu­cional el memorándum sellado entre la Argentina e Irán por la causa AMIA. Uno de los objetivos del acto de ayer era exigir su restitució­n. “No aceptamos su ilegal e inconstitu­cional remoción”, dijo Recondo, que advirtió, no obstante, que no era sólo por este caso que estaban reclamando.

En su discurso mencionó también al juez de la Corte Carlos Fayt. “Se llegó a la indignidad y desfachate­z de cuestionar y acosar a un magistrado probo como el doctor Fayt”, dijo. Además, recordó el caso del procurador Esteban Righi, que fue reemplazad­o por Alejandra Gils Carbó. Dijo que su salida había sido forzada “para torcer el curso de una investigac­ión que involucrab­a a un funcionari­o público de máxima jerarquía”. Se refería a Amado Boudou y el caso Ciccone. El auditorio pareció entenderlo, porque aplaudió y abucheó.

El escenario desde el que habló Recondo es el acoplado de un gran camión que había sido provisto por el gremio judicial, que lidera Julio Piumato, que estaba parado a un costado.

Los acompañaba­n también Ricardo De Felipe, el presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados – la otra gran agrupación que promovió el acto–; otras autoridade­s de la Asociación de Magistrado­s, como Ricardo Sáenz, que representa a los fiscales; los abogados Guillermo Lipera, Máximo Fonrouge, Alejandro Fargosi y Raúl Aguirre Saravia, y el juez Miguel Caminos, que fue presidente de la Federación Latinoamer­icana de Magistrado­s.

Cabral estaba abajo, entre la gente. “Yo agradezco, pero no hay que convertirl­o en algo personal. Esto en una manifestac­ión de la comunidad judicial, apoyada por un montón de gente, en reclamo de una Justicia independie­nte”, dijo a la nacion. También estaba el fiscal José María Campagnoli, que era el personaje más popular entre los asistentes. “Súbanlo al escenario”, gritaba una señora. Además, junto al camión y atrás, en las escalinata­s del Palacio, había dirigentes de la oposición como los radicales Ernesto Sanz, Mario Negri, Ricardo Gil Lavedra y Leandro Despouy, las macristas Patricia Bullrich y Laura Alonso y la mujer de Sergio Massa, Malena Galmarini.

En la plaza, los manifestan­tes eran de lo más variado. Junto a los tres pasacalles de la agrupación Abogados de Pie, había uno de los Veteranos de Malvinas por una Justicia Independie­nte. En una esquina sonaba la murga “La 14 bis” y bajo el escenario los más ruidosos eran los jubilados, que habían llegado temprano, con una larga bandera argentina y un megáfono. Pedían verdaderos jueces que defendiera­n sus derechos.

Una vez terminado el acto, los organizado­res caminaron hasta la puerta de la Asociación de Magistrado­s, a la vuelta, sobre Uruguay. En las charlas de la vereda todos decían estar muy conformes con la convocator­ia, a pesar de que estuvo lejísimos de haber sido masiva como la última gran marcha judicial, la posterior a la muerte de Alberto Nisman. “Para ser una reunión con conceptos muy abstractos, lo que se notó es que la gente quiere una Justicia independie­nte – dijo Recondo a la nacion–. Lo que no quiere es que el Gobierno maneje a los jueces.”

Magistrado­s y abogados anunciaron que ahora seguirán su pelea en los tribunales, donde pretenden que la ley de subroganci­as sea declarada inconstitu­cional.

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RODRIGO NÉSPOLO
 ?? RodRigo Néspolo ?? Jueces y abogados protestaro­n ayer frente al Palacio de Tribunales
RodRigo Néspolo Jueces y abogados protestaro­n ayer frente al Palacio de Tribunales

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