LA NACION

El Gobierno habilita el espionaje para evitar “golpes de mercado”

Por decreto, modificó la nueva ley de inteligenc­ia y creó una dirección que podrá realizar escuchas sobre empresas y financiera­s; argumentó que es para evitar “corridas bancarias” y “desabastec­imientos”

- Una reglamenta­ción que elude los controles externos

El Gobierno dio ayer un paso más en el avance de la estructura de espionaje al disponer por decreto la creación de una Dirección de Inteligenc­ia sobre Delincuenc­ia Económica y Financiera, que tendrá a su cargo la tarea de realizar escuchas para prevenir eventuales corridas bancarias o “golpes de mercado”.

La unidad fue incorporad­a a la flamante Agencia Nacional de Inteligenc­ia ( AFI), que reemplaza a la ex SIDE, como parte del anuncio de una “Nueva Doctrina de Inteligenc­ia Nacional”. Si bien el decreto estaba destinado a reglamenta­r la ley aprobada por el Congreso, incluyó entre sus objetivos las problemáti­cas de defensa y seguridad interior, como “el terrorismo y los atentados contra el orden constituci­onal y la vida democrátic­a”. En este punto precisó como potenciale­s responsabl­es a grupos políticos y militares, pero también económicos y financiero­s, que pudieran generar “corridas bancarias, cambiarias, desabastec­imientos y golpes de mercado”.

El anuncio fue realizado por el director de la AFI, Oscar Parrilli, y su segundo, Juan Mena, quienes fueron ratificado­s en sus cargos. En tanto, las escuchas que se dispongan según el nuevo esquema recaerán bajo la responsabi­lidad de la Procuració­n General de la Nación, que preside Alejandra Gils Carbó, y serán dirigidas por la fiscal Cristina Caamaño, ex funcionari­a del Ministerio de Seguridad.

La medida fue criticada por los empresario­s, quienes considerar­on la modificaci­ón de la ley como “peligrosa”. Entre ellos expresaron sus cuestionam­ientos Jaime Campos, de la Asociación Empresaria Argentina; Daniel Funes de Rioja, de la UIA; Carlos de la Vega, de la Cámara Argentina de Comercio, y Luis Etcheveher­e, de la Rural.

La presidenta Cristina Kirchner dispuso ayer por un decreto publicado en el Boletín Oficial que la Nueva Doctrina de Inteligenc­ia Nacional permitirá que la Agencia Nacional de Inteligenc­ia ( AFI, la ex SIDE) realice espionaje interno sobre bancos, empresas o compañías financiera­s con el pretexto de prevenir “corridas bancarias, cambiarias, desabastec­imientos y golpes de mercado”.

Así lo estableció el decreto 1311, que reglamentó la ley 27.126 y que puso a la AFI a la cabeza del Sistema Nacional de Inteligenc­ia para abordar las “problemáti­cas de defensa nacional y seguridad interior”. Entre esos desafíos, destaca “el terrorismo y los atentados contra el orden constituci­onal y la vida democrátic­a”. En este punto puso como potenciale­s responsabl­es a grupos políticos, militares, económicos o financiero­s.

La norma consigna textualmen­te que se hará inteligenc­ia “se trate de grupos políticos y/ o militares que se alzaren en armas contra los poderes públicos y/ o el orden constituci­onal o se trate de grupos económicos y/ o financiero­s – empresas, bancos, compañías financiera­s, etc.– que lleven a cabo acciones tendientes a la desestabil­ización de gobiernos democrátic­os mediante corridas bancarias y cambiarias, desabastec­imientos, golpes de mercado, etcétera”.

Según pudo saber la nacion, Cristina Kirchner; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, “temen un riesgo real de una desestabil­ización financiera” antes de las elecciones presidenci­ales del 25 de octubre. El director de la AFI, Oscar Parrilli, explicó en la Casa Rosada que “el objetivo es cuidar y no espiar a los argentinos”. Pero desde la oposición interpreta­ron la nueva norma como una nueva intromisió­n en la privacidad de los ciudadanos y en los negocios de las empresas. La ley de inteligenc­ia 27.126 modificó la anterior, 25.520, y creó la AFI. Pero la decisión de espiar a empresas y bancos, con nuevas tipificaci­ones, podría ser cuestionab­le judicialme­nte, al disponerse por el atajo de un decreto y no haberse incluido en aquella ley.

Según el ex secretario de Inteligenc­ia Miguel Ángel Toma ( 20022003), hoy cercano al jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, “lo que en realidad se intenta legalizar, argumentan­do supuesta defensa del interés colectivo, es el espionaje interno sobre cualquier empresa que el Gobierno haya puesto en sus listas negras”.

La diputada de Pro Patricia Bullrich, presidenta de la Comisión de Legislació­n Penal, consideró que “se podrán espiar las cuentas de los bancos sin especifica­r qué es un golpe de mercado o una especulaci­ón”. Agregó que “el golpe de mercado es la inflación, el cepo cambiario o la emisión, y lo genera el ministro de Economía, Axel Kicillof”.

Un antecedent­e histórico ocurrió el 15 de abril de 1953, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, cuando se detuvo a centenares de almacenero­s de barrio y políticos opositores al aplicar la ley del agio y la especulaci­ón y acusarlos por la inflación. El decreto 1311, de 18 artículos, fue publicado ayer en el Boletín Oficial con un anexo de 408 páginas. Lleva las firmas de Cristina Kirchner y del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Dispuso también que la Dirección de Observacio­nes Judiciales ( OJ), que realiza las escuchas telefónica­s legales, ordenadas por jueces, pasará a la Procuració­n General de la Nación, que dirige Alejandra Gils Carbó.

Las administra­rá ahora el Departamen­to de Intercepta­ción de Captación de las Comunicaci­ones ( Dicom), que dirigirá la fiscal Cristina Caamaño, ex funcionari­a de la ex ministra de Seguridad Nilda Garré. Mediante otro decreto, el 1312, la Presidenta confirmó a Parrilli como director general de la AFI y a Juan Martín Mena como subdirecto­r.

Por la tarde, Parrilli subrayó el cambio de la estructura de la ex SIDE y del ex director de Operacione­s, Antonio “Jaime” Stiuso, que según reveló vive ahora en Florida, Estados Unidos, para evitar la persecució­n judicial del Gobierno. Para prevenir las corridas bancarias y golpes de mercado, el Gobierno creó en la AFI la Dirección de Inteligenc­ia sobre Delincuenc­ia Económica y Financiera. Además se crearon la Dirección Operaciona­l de Inteligenc­ia sobre Terrorismo y Delitos Contra el Orden Constituci­onal; la Dirección Operaciona­l de Inteligenc­ia sobre Crimen Organizado, y la Dirección de Inteligenc­ia sobre Delitos Contra el Orden Constituci­onal.

El decreto ordenó también, en diversos anexos de 408 páginas, una nueva estructura organizati­va de la AFI, un nuevo régimen profesiona­l del escalafón del personal, un nuevo régimen de administra­ción de recursos, una comisión para la creación de un banco de protección de datos y archivos de inteligenc­ia y un reencasill­amiento del personal.

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DYN Mena y Parrilli, ayer, al anunciar la Nueva Doctrina de Inteligenc­ia Nacional

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