El acuerdo nuclear con Irán se hace desear: vuelven a extender el diálogo
Vencido el plazo con las potencias para sellar un pacto sobre el polémico plan, ampliaron las negociaciones en Viena; según fuentes diplomáticas, deben concluir en 48 horas
VIENA.– El horizonte siempre está un poco más allá en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán. Debían concluir anoche, pero fueron extendidas para ver si esta vez, para el fin de semana, se logra desactivar toda posibilidad de que pueda ser usado con el fin de construir armas atómicas.
“Seguiremos negociando los próximos días”, dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, fuera del hotel donde se celebran las negociaciones entre Irán, Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania. “Entramos en la fase más difícil y sensible de las conversaciones. Nos tomaremos el tiempo que necesitamos para cerrar un acuerdo, que aún es posible”, agregó.
Según fuentes occidentales, las negociaciones en Viena deben concluir “en 48 horas”, de una manera u otra, aunque todavía quedan pendientes cuestiones muy difíciles. “Nos acercamos al final. Ésta es la última prolongación”, estimó un diplomático.
Es la cuarta vez que se extienden los términos del acuerdo provisorio forjado en noviembre de 2013, y que brindó alivio a las sanciones que pesan sobre la economía iraní a cambio de un freno en la producción de uranio enriquecido hasta un nivel de pureza del 20%, siempre bajo la sospecha de que el gobierno busca dotarse de armas nucleares con la coartada de fines civiles.
El acuerdo definitivo que se discute en estos momentos en Viena busca reducir los trabajos nucleares más sensibles de Teherán durante por lo menos diez años a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, como el freno a la exportación de petróleo, su mayor fuente de ingresos.
Entre los asuntos por definir en los próximos días sobresale el embargo de armas. El canciller de Rusia, Sergei Lavrov, declaró ayer que hay muchas razones para creer que puede lograrse un acuerdo en pocos días y que existe un “entendimiento” de que la mayoría de las actuales sanciones serán levantadas.
“Hay un solo problema grande en relación con las sanciones: el embargo de armas”, dijo Lavrov. “Acabar con la prohibición de enviar sumi- nistros a Irán de las armas requeridas para combatir el terrorismo es un objetivo muy, muy relevante”, señaló sobre el enemigo común que tienen Irán y las grandes potencias en Medio Oriente: Estado Islámico ( EI).
También quedan cuestiones abiertas sobre el momento en que se deberían levantar las otras sanciones internacionales, así como sobre las evaluaciones que deben hacer los expertos del Organismo Internacional para la Energía Atómica ( OIEA), en los sitios nucleares iraníes para verificar el cumplimiento.
Según medios iraníes, en este último punto hubo avances durante una reciente visita de una delegación del OIEA a Teherán. En las semanas posteriores a la firma del convenio, Irán tendrá que reducir drásticamente sus recursos de uranio y desmantelar muchas de las centrifugadoras de enriquecimiento.
La vocera de la delegación norteamericana, Marie Harf, dijo que los términos del acuerdo provisorio serán extendidos hasta pasado mañana para dar unos días más a los negociadores para terminar con su trabajo. “Estamos más preocupados por la calidad del acuerdo que por el reloj, aunque también sabemos que las decisiones difíciles no se harán más fáciles con el tiempo”, señaló.
Pese al optimismo que domina las conversaciones, la extensión del plazo puede tener consecuencias negativas ajenas a la voluntad de los diplomáticos iraníes y de las seis potencias. Si no se alcanza un acuerdo antes de mañana, por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos, que tiene 30 días para estudiarlo y aprobarlo, doblaría el plazo a 60 días. Los analistas creen que ese tiempo extra sería aprovechado por los sectores conservadores que se oponen al acuerdo, en Estados Unidos e Irán, y también en Israel, para torpedearlo.