Dilma confía en que su gobierno “no caerá”
Afirmó que no hay motivos para que la destituyan
RÍO DE JANEIRO.– Frente al aumento de la presión para su impeachment en el Congreso por el escándalo de corrupción en Petrobras, la presidenta Dilma Rousseff afirmó ayer que no hay motivos para que la destituyan y negó que vaya a dejar el gobierno por la creciente crisis económica.
“No voy a caer. No lo haré, no lo haré. Eso es fácil, es lucha política. Las personas caen cuando están dispuestas a caer y yo no lo estoy. No hay base para eso”, dijo la presidenta en una entrevista publicada por el diario Folha de S. Paulo.
Dilma, que inició su segundo mandato en enero pasado y tiene hoy apenas un 9% de popularidad, calificó de “golpistas” a los opositores que impulsan su juicio político y destacó que antes tendrán que demostrar su responsabilidad en el multimillonario esquema de sobornos descubierto en la petrolera estatal.
“¿ Van a probar que algún día tomé un centavo? Quiero ver que alguno lo pruebe. Todo el mundo en este país sabe que no”, apuntó desafiante, antes de viajar a Rusia para participar en una cumbre del grupo de los Brics ( ver aparte).
Durante la entrevista, Dilma rechazó que tenga pensado renunciar o que haya intentado suicidarse, en referencia a un malicioso rumor que circuló semanas atrás. También habló sobre sus días como guerrillera presa y torturada durante la dictadura para sostener su posición.
“No me quise suicidar cuando me estaban queriendo matar. ¿ A cambio de qué voy a querer suicidarme ahora? Es absolutamente desproporcionado”, resaltó.
En materia económica, Dilma señaló que nunca había imaginado que la recesión en Brasil sería tan fuerte – este año se espera una contracción del 1,5%–, pero subrayó que está haciendo todos los esfuerzos, incluido un ambicioso ajuste fiscal, para que la gente sienta lo menos posible la desaceleración y sus efectos en el empleo. De hecho, antes de salir de viaje, sancionó un decreto que, para evitar despidos masivos, permitirá a las empresas reducir hasta un 30% la jornada de trabajo de sus empleados y sus salarios ( el gobierno compensará al trabajador en hasta un 15% de esa reducción a través de un fondo especial).
En los últimos meses, la tasa de desempleo aumentó hasta el 6,7%, mientras que la inflación – en torno del 8,5%– se come gran parte de la renta de los asalariados.