LA NACION

Un libro que se ocupó de la historia de Marcelo

En Permiso para morir, la familia cuenta su caso

-

“No está muerto, pero vive en estado vegetativo permanente desde hace 19 años”. Así describe Esther Cross a Marcelo Diez, que ayer murió luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló sobre el derecho de todo paciente a decidir su muerte digna. En el libro Permiso para morir ( intraMed, 2013), que contiene historias sobre la muerte digna, la escritora continúa: “No siente, no sabe que tiene un cuerpo porque se quedó sin conciencia; es decir que tampoco sabe que no sabe. No puede querer a alguien o comer lo que le gustaba: ni siquiera puede comer. Un cordón umbilical de goma lleva los alimentos químicos a su intestino”.

Cross relata que Diez recibía hidratació­n artificial. “Lo levantan y lo acuestan. Le pusieron férulas y le inyectaron botox en los dedos para estirársel­os y, sin embargo, sus manos y pies están agarrotado­s. Cazaba. Nadaba. Escaló el Lanín. Andaba en kayak”, completó.

En el libro, Adriana, su hermana, cuenta que a los 30 años Marcelo tuvo un accidente de tránsito, en octubre de 1994. “Marcelo estaba consciente. Me dijeron: « No llorés porque te escucha » . Me subí con él a la ambulancia y fuimos al hospital. Le hicieron estudios de todo tipo”, contó la hermana. Lo dejaron en coma medicament­oso. Cuando le retiraron las drogas, se despertó. “Nos preguntó con los dedos qué había pasado, no se acordaba. Le llevábamos revistas y hacía guiños para que diéramos vuelta la hoja. Evoluciona­ba bien, aunque siempre tenía fiebre. iban a trasladarl­o a una habitación común. Mi madre me llamó una madrugada, me dijo que Marcelo se había puesto mal. Una infección intrahospi­talaria le había tomado el cerebro. Entró en coma. Nunca se despertó”, señaló.

“Todos estos años respeté la decisión de mis padres como dadores de vida de mi hermano”, indicó. Desde que ambos murieron, ella y Andrea son sus curadoras. “Nosotras dos lo sabemos: Marcelo no hubiera querido esto. Y lo dejaremos ir. Es la decisión más profundame­nte ética y amorosa que hemos tomado en nuestras vidas.”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina