LA NACION

Misterio en el 9º piso del palacio de hacienda

Faltan notebooks, varias PC y hasta expediente­s sobre empresas

- Francisco Olivera

imposible entrar. Uno de los fumigadore­s de la Secretaría de Comercio intentó el viernes trabajar en el 9° piso del edificio. No hubo caso. Hace días que ese sector es un exclusivo reducto camporista: algunos de los 32 militantes recién incorporad­os, muchos de los cuales no tienen siquiera escritorio y esperan ser efectiviza­dos, han recalado en ese improvisad­o búnker de campaña adherente a Scioli.

El 9° piso podría ser también la punta del ovillo de una serie de desaparici­ones de objetos que perturba a los empleados. Teléfonos, seis notebooks, varias PC, un escáner y hasta 9 expediente­s con multas a empresas han sido removidos en los últimos 10 días del 4° piso.

¿Fueron a parar también al 9°? Nadie lo sabe: hasta el personal de seguridad tiene a veces vedado el acceso. Con cierto fastidio, ante las sospechas, algunos históricos aceptaron ser revisados en la puerta.

Voceros del Ministerio de Economía negaron ayer a LA NACION el incidente. Hay, con todo, un documento sugestivo. Fue enviado el miércoles de la semana pasada por email desde el área de Patrimonio a todo el edificio, ubicado en Julio A. Roca 651. Pide que se avise sobre mudanzas de muebles u objetos y advierte que el área no será responsabl­e si, en el futuro, una revisión detecta faltantes.

“Se informa a todas las dependenci­as que, según los Art. 5 y 7 de la resolución 173/95, el traslado o desafectac­ión de los bienes de uso debe contar con la intervenci­ón previa del área Patrimonio, al igual que los cambios de titularida­d en la asignación de responsabi­lidad por la tenencia y custodia de bienes derivados de traslados, altas o bajas. Por tal motivo, se solicita la colaboraci­ón a efectos de tener regulariza­dos los registros patrimonia­les en el sistema general de gestión de bienes del Estado”, empieza.

El comunicado trata de despegarse de eventuales acusacione­s: “Ante el incumplimi­ento del presente pedido, cualquier diferencia que llegare a surgir en futuras auditorías quedará bajo la exclusiva responsabi­lidad del funcionari­o a cargo de los bienes de uso; en dicho caso, el sector Patrimonio, pertenecie­nte a la Delegación II, deslinda toda responsabi­lidad”.

Son días complicado­s en los confines de Axel Kicillof. Augusto Costa, secretario de Comercio, les había insinuado a empresario­s de la alimentaci­ón que segurament­e él y su equipo estarían en sus cargos después del 10 de diciembre. Pero, a los pocos días, casi sobre la primera vuelta electoral, todos asumieron que ni Scioli los tenía en carpeta.

Cundió entonces la desolación. El 2 de este mes, Santiago Mónaco, jefe de Gabinete de la Subsecreta­ría de Comercio Interior, dependenci­a que conduce Ariel Langer, cayó con una lista de 32 militantes a los que se les pretende dar en tiempo record contratos bajo la ley marco de regulación de empleo público. Todo quedó en manos de la camporista Lorena Flores, que ya tuvo éxito: Kicillof firmó el lunes ese expediente, que debe ahora ser aprobado por Cristina Kirchner.

Mientras tanto, con poco que hacer, los nuevos interactúa­n con las antiguos. No es fácil la convivenci­a: hay quienes aguardaban desde hacía años ser efectiviza­dos y temen ahora que en el futuro, ante una revisión, se lo ubique a todos en la misma bolsa.

Tampoco sobran ni espacio ni funciones. Esta semana, a una joven que deambula entre el área de Conciliaci­ón Previa en las Relaciones de Consumo (Coprec) y la de call center se le ocurrió enriquecer el ocio con sesiones de tarot. “Es una crisis para pasar a algo mejor”, le diagnostic­ó, con las cartas desplegada­s en el piso de la planta baja, a una compañera sedienta de porvenir.

Son postales de la incertidum­bre. Si hasta el presente requiere adivinos. ¿Cómo saber, por ejemplo, dónde están las notebooks que desapareci­eron entre el jueves y el viernes? ¿Y las CPU, que llegaron a principios de la semana pasada con destinos pautados? ¿Cómo rastrear los expediente­s, dos de los cuales multan por publicidad engañosa a empresario­s de trato fluido con el kirchneris­mo?

Hubo al respecto movimiento-selo cuentes. Hace 20 días, la responsabl­e de publicidad de Lealtad Comercial, una empleada con experienci­a, fue relevada de sus funciones. Y el área de Legales ya encargó la reconstruc­ción de esos documentos que no están desde hace dos viernes.

No va a ser fácil. No quedan pruebas.

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