Macri buscó relanzar los vínculos regionales con rousseff y bachelet
Visitó Brasil y Chile en el mismo día y llevó un mensaje de pragmatismo político; en ambos países fue recibido con expectativas de mejorar las relaciones bilaterales
SAN PABLO.– Fue una visita relámpago, pero que sirvió para ilusionar a un Brasil en recesión y en medio de una grave crisis política. En apenas seis horas, el presidente electo argentino, Mauricio Macri, mantuvo una reunión en Brasilia con la presidenta Dilma Rousseff y luego, en San Pablo, almorzó con más de un centenar de empresarios.
En ambas escalas abogó por relanzar el vínculo bilateral sobre bases más pragmáticas que ideológicas, tras el descarrilamiento de los últimos años. Y se comprometió a ahondar la integración dentro del Mercosur.
Apenas terminó los encuentros, Macri se fue a Santiago, Chile, para encontrarse con la presidenta Michelle Bachelet.
“Buscamos dinamizar la integración tanto bilateral como a partir del Mercosur. Son procesos paralelos y me queda claro que si a Brasil le va mejor, a la Argentina le irá mejor y viceversa”, resaltó Macri tras el cálido encuentro con Rousseff en el Palacio del Planalto.
La mandataria brasileña, jaqueada ahora por la apertura de un proceso deimpeachment, se hizo un tiempo en su complicada agenda para intentar salvar su gobierno y lo recibió junto al canciller Mauro Vieira; el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro; el asesor presidencial para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, y el embajador brasileño ante la Argentina, Everton Vargas.
Viene de tapa Macri llegó acompañado por la designada ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra; el futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña; el asesor de temas internacionales Fulvio Pompeo, y el embajador argentino en Brasilia, Luis María Kreckler.
“Tenemos mucho para complementarnos, desafíos comunes muy importantes y tenemos que ratificarlo día a día en el trabajo. Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha. Hay que darle dinamismo y planificar metas de integración más audaces”, afirmó el presidente electo argentino.
Según un comunicado que emitió luego el Planalto, los dirigentes analizaron “la inserción de los dos países en los flujos internacionales de comercio e inversión […] y reiteraron que la pronta conclusión del Acuerdo de Asociación Birregional entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) es una prioridad para ambos países y sus socios en la unión aduanera”. Resaltaron “la importancia de acelerar y profundizar el proceso de acercamiento con la Alianza del Pacífico”.
Sobre el tema del tratado de libre comercio con la UE, Macri recordó después que la propuesta del Mercosur ya está lista desde julio de 2014 y que se espera que los europeos finalicen su oferta tan pronto como sea posible para iniciar una nueva y definitiva fase en las negociaciones.
Cuestionado sobre la posibilidad de que Brasil apoye económicamente a la Argentina, a través de un eventual swap de monedas que refuerce las alicaídas reservas del Banco Central, el mandatario electo dijo que no se habló del tema. “No vinimos con esa agenda, pero sí hablamos de proyectos demorados del Bndes (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social Brasileño) para obras estratégicas y necesarias, en la provincia de Buenos Aires particularmente, pero no de swaps”, afirmó.
En el encuentro sí tocaron el espinoso tema de Venezuela, que se volvió polémico cuando Macri advirtió que impulsaría la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur para suspender al país del bloque. En sus nuevas declaraciones, Macri prefirió bajar el tono y no crear roces innecesarios con Brasil –que tiene jugosos intereses comerciales y de inversiones en el país caribeño–, al menos hasta que no ocurran las elecciones legislativas de mañana.
“Ambos estamos observando con atención lo que va a pasar el domingo y el día posterior, esperando que se vaya diluyendo la tensión con la cual se vive hoy en Venezuela. Yo sentí que hay una preocupación, cada uno la expresa en su estilo y a su manera, pero en el fondo compartimos los mismos valores”, destacó. Y aclaró que el asunto volverá a ser discutido el jueves, cuando Rousseff acuda a su toma de posesión en Buenos Aires, y, de ser necesario, en la próxima cumbre del Mercosur, el día 21, en Asunción.
Antes de dejar Brasilia con su comitiva en avión privado, Macri indicó que su equipo y el de Rousseff se pondrán a trabajar para que se realicen visitas de Estado recíprocas para tratar con mayor detenimiento los múltiples temas de la agenda bilateral.
Ya en San Pablo, la delegación argentina tuvo una bienvenida con toda la pompa (ver aparte) en la sede de la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), sobre la emblemática avenida Paulita. Del almuerzo participaron casi 200 ejecutivos, representantes de grandes compañías como AmBev, Camargo Correa, Embraer, Gerdau, Bradesco, Gol, BRF Brasil Foods, Grupo Randon y Avianca Brasil; multinacionales como Fiat Chrysler, Unilever, Lexus y Scania, con intereses en ambos países, y asociaciones de bancos, agronegocios, textiles y calzado.
“Contamos con ustedes; la Argentina es su casa y están todos invitados a invertir en esta nueva Argentina. Podemos competir en el fútbol, pero Brasil y la Argentina, juntos, son invencibles”, los saludó Macri, quien los invitó a formar parte de lo que será “el plan de infraestructura más grande de la historia argentina”.
“Quiero que ustedes sean activos y nosotros vamos a fijar reglas de juego claras, transparentes y competitivas en igualdad de condiciones”, subrayó en medio de aplausos, para luego recibir la Orden de Mérito Industrial San Pablo de manos del presidente de la Fiesp, Paulo Skaf. En el salón del piso 16 del edificio, con una magnífica vista de los rascacielos paulistanos, el ambiente era de mucho entusiasmo por el futuro del comercio y las inversiones brasileñas en la Argentina.
“La visión del nuevo presidente argentino –liberal, moderna, seria, ágil, concentrada en la gestión– y de aquellos que trabajamos, que producimos aquí en Brasil, es muy semejante. Sentimos que tenemos un aliado y un amigo en la Casa Rosada. Ahora la Argentina y Brasil están jugando en el mismo equipo”, destacó a la nacion Skaf mientras Macri repetía sus promesas de acabar con las declaraciones juradas anticipadas de importación y de “desideologizar” las relaciones económicas entre ambos países.