Más presión para llegar a un acuerdo por el clima
La ONU, miles de alcaldes y estrellas de cine pidieron dejar de lado diferencias
LE BOURGET, Francia (AFP).– El tiempo se agota y el consenso aún está lejos. En este contexto, más de 1000 alcaldes de las principales ciudades del mundo, estrellas de cine como Leonardo DiCaprio y numerosas ONG aumentaron la presión para llegar a un acuerdo sobre el clima en la cumbre de París, amenazado hoy por las diferencias entre países ricos y pobres.
LE BOURGET, Francia.– El tiempo se acaba y la impaciencia va en aumento. Más de 1000 alcaldes, estrellas de cine como Leonardo DiCaprio y Robert Redford, numerosas ONG y hasta las Naciones Unidas (ONU) acentuaron ayer la presión a favor de un acuerdo sobre el clima en las negociaciones de la cumbre en París, amenazada por divergencias entre países ricos y pobres.
El propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tomó cartas en el asunto. Desde Nueva York llamó a los países industrializados, principales responsables históricos de las emisiones de efecto invernadero, a mantener sus promesas, para constituir un fondo de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a fin de apoyar los esfuerzos de adaptación de los países pobres.
“Sigo pidiendo a los países desarrollados que reconozcan la responsabilidad que les corresponde”, dijo Ban.
Un total de 195 países buscan desde el domingo pasado en Le Bourget (al norte de París) un acuerdo capaz de contener el aumento de las temperaturas por debajo de los dos grados respecto de la era preindustrial.
Los negociadores tienen hasta hoy para entregar un borrador lo más limpio posible a los ministros de Energía o Medio Ambiente, quienes a partir de pasado mañana tomarán la posta con la esperanza de alcanzar durante la semana un acuerdo “histórico”. La fecha límite es el 11 de diciembre.
Por su parte, el presidente de la cumbre sobre el clima, el canciller francés, Laurent Fabius, llamó ayer a los participantes a mostrar más disposición al diálogo. “Hace falta un compromiso para avanzar. Ya no hay más margen”, subrayó Fabius.
Los protagonistas de ayer fueron los alcaldes de más de 1000 capitales del mundo que se reunieron en el marco de la cumbre mundial del clima, también llamada COP21.
Los alcaldes y responsables locales se comprometieron en una declaración aprobada al final del día a ir, en lo que les permitan sus competencias, más lejos que los anuncios hechos por los más de 180 Estados que presentaron programas para reducir las emisiones causantes del calentamiento global.
En ese contexto, una de las metas que se fijaron los alcaldes es reducir, en las zonas urbanas, en 3,7 gigatoneladas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) anuales.
“Continuar con la misma trayectoria de emisiones de gases de efecto invernadero tendrá consecuencias desastrosas para nuestros chicos, para el medio ambiente y para la biodiversidad. Trabajar por el clima es el único camino posible”, indica la declaración conjunta adoptada por ciudades como Londres, Madrid, Sydney, Río de Janeiro, Bamako, Seúl, Bruselas, Estocolmo o Chicago.
“No habrá acción contra el cambio climático si no hay una movilización local”, afirmó, por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, que participó en la sesión de apertura del foro de alcaldes.
Durante el encuentro, Hollande también insistió en la necesidad de que en la COP21 se logré un acuerdo universal, vinculante y diferenciado.
También estaban en la reunión Robert Redford y DiCaprio, conocidos por su compromiso con la causa ecologista. “Somos capaces de encarar los mayores cambios, trabajando juntos”, declaró DiCaprio. Los negociadores “siempre se quedaron cortos en sus decisiones; esta vez tiene que ser diferente”, agregó el actor de Titanic.
La legendaria roquera Patti Smi- th se sumó a la campaña, y el fin de semana participará en conciertosdebate.
La defensa del medio ambiente “es la única cosa en la que podemos estar todos de acuerdo; queremos agua limpia, queremos un aire limpio, queremos un medio ambiente sano para nuestros hijos”, explicó ayer.
Mientras tanto, las protestas continuaron en París. Varios activistas simularon una muerte colectiva, derrumbándose sobre el pavimento para representar a las poblaciones vulnerables amenazadas por la subida del nivel del mar y los fenómenos climatológicos extremos provocados por el calentamiento global. “¡Justicia climática ahora!”, corearon dos docenas de activistas. Líneas de ruptura
La conferencia del clima se inauguró el 30 de noviembre en presencia de 150 jefes de Estado y de gobierno, que buscaban de ese modo exorcizar el fantasma del fracaso de la COP15 de 2009 en Copenhague.
También alentaba a cierto optimismo el hecho de que Estados Unidos y China, las dos mayores economías y los dos mayores contaminadores del planeta, hubiesen presentado metas de reducción de GEI.
Pero pronto volvieron las tradicionales líneas de ruptura: la financiación de los esfuerzos, el carácter vinculante de un acuerdo y los mecanismos de verificación de lo pactado.
Las ONG también denuncian maniobras de “países como Arabia Saudita y la Argentina” para evitar la reducción de subsidios a “energías sucias” o fósiles.
Un total de 195 países buscan desde el domingo un acuerdo capaz de contener el aumento de las temperaturas por debajo de los dos grados