El juez Bonadio acusó por cohecho a Julián Álvarez y pidió que lo indaguen
Se investiga si el ex viceministro de Justicia ofreció cargos a cambio de los votos para destituir al magistrado del caso Hotesur
Los cruces del juez federal Claudio Bonadio con el kirchnerismo no terminan. Al contrario, se amplifican a medida que se acerca el fin del Gobierno. Ahora Bonadio, en una causa en la que es víctima, pidió que la Justicia cite a prestar declaración indagatoria al ex viceministro de Justicia, el camporista Julián Álvarez como sospechoso de cohecho, por ofrecer un cargo a un consejero de la Magistratura a cambio de votar por la destitución del magistrado.
En este caso, Bonadio hizo el pedido no como juez, sino como querellante, en una causa en la que quien debe decidir si indaga o no a Álvarez es el juez federal Sergio Torres, a cargo de la investigación contra el ex viceministro.
El joven funcionario fue hasta hace dos semanas viceministro de Justicia y representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. Tras perder las elecciones en Lanús, donde se postulaba a intendente, fue designado en la Auditoría General de la Nación, en un trámite tan cuestionado que la Justicia impidió que lo pusieran en funciones.
Bonadio viene acelerando sus causas contra kirchneristas en las últimas semanas, al punto que ayer mismo allanó la sede de la Autoridad Federal de Medios de Comunicación Audioviosual (Afsca). Pero su mayor enfrentamiento con el Gobierno ocurrió cuando investigó a la presidenta Cristina Kirchner por lavado de dinero en el caso Hotesur, hasta que el kirchnerismo logró sacarle la causa. Pero antes Bonadio había allanado las oficinas de Máximo Kirchner en el Sur. El trámite fue suficiente para que el oficialismo desempolvara viejos expedientes en el Consejo de la Magistratura para intentar destituirlo como juez. Pero no logró juntar los votos necesarios para iniciarle juicio político y, en cambio, pudo reunir una mayoría simple para sancionarlo con una multa equivalente al 30% de su salario. La Corte la anuló. Maniobras
En la embestida contra el juez y en su afán de juntar los votos necesarios, el kirchnerismo no fue tímido. El entonces consejero Alejandro Fargosi, cercano a Pro y que representaba a los abogados, dijo que Álvarez le ofreció un canje: que el kircherismo entregaba al juez Norberto Oyarbide si a cambio le daban los votos para destituir a Bonadio. Fargosi lo ratificó cuando declaró como testigo ante la Justicia.
Lo hizo en un expediente en que el propio juez Oyarbide investigaba una denuncia por amenazas de muerte que había recibido Bonadio. Cuando Oyarbide escuchó estas afirmaciones se inhibió y la causa pasó a manos de su colega Sergio Torres. En ese mismo expediente declaró hace tres semanas otro ex consejero de la Magistratura que integró el cuerpo cuando se debatía el futuro de Bonadio.
Se trata de otro representante de los abogados, Daniel Ostrpolsky, cercano al radicalismo. Ostropolsky le dijo al juez Torres el 15 de noviembre pasado que Álvarez le ofreció un cargo remunerado con un trabajo liviano, si a cambio votaba por la destitución de Bonadio. Ostropolsky rechazó la oferta y se levantó de la reunión.
En su declaración explicó que, cuando terminaba una reunión de la comisión de labor y en un ambiente distendido, Ostrpolsky dijo que le gustaría poder tener un cargo que fuera menos estresante y en tono jocoso Álvarez le dijo “que si el apoyaba el pedido de juicio político al juez federal Bonadio se podía considerar que se hiciese realidad lo que había manifestado anteriormente”. Ostropolsky se retiró enojado.
Bonadio, representado en la causa por su abogado Nelson Vicente (su ex secretario), dijo que el relato de Ostropolsky es verosímil pues se compadece con lo que dijo Fargosi, en cuanto a la voluntad de negociar los votos para destituir al magistrado. Bonadio consideró que la conducta de Álvarez se encuadra en el delito de cohecho activo, el ofrecimiento de una coima –o de una dádiva, en este caso–, para hacer algo. “Si el funcionario público rechaza la dádiva (como el doctor Ostropolsky) solamente nos queda la delincuencia unilateral del doctor Álvarez”, escribió Bonadio, al entender que el delito es agravado por la condición de funcionario de Álvarez.