Dietrich hizo foco en la transparencia de la obra pública
“El que toque el pancho y la Coca se va del equipo”, afirmó frente a las constructoras
Todos escucharon el himno nacional de pie. En la extensa mesa sobre el escenario convivían ejecutivos de la construcción, miembros del sindicato, empresarios y el jefe de gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta. Había –sin embargo– un lugar vacío: Julio De Vido sólo apareció en la foto cuando Rodríguez Larreta dejó el Sheraton. Más señales de una transición desincronizada.
La 63a Convención de la Cámara de la Construcción (CAC) no lo tuvo, quizá por primera vez, entre las figuras estelares. “Es la tercera vez que me despido, pero esta vez quédense tranquilos”, afirmó De Vido, cuando le tocó la palabra. Estaba tan apurado que sólo repasó unos pocos números gruesos de su longeva gestión. “Tienen todo ahí afuera”, indicó, en referencia al stand del Ministerio de Planificación en el espacio de acreditaciones. Fue todo un homenaje a Hernán Lorenzino y su “me quiero ir”.
Los aplausos más generosos fueron dedicados al futuro más cercano. “El que toque el pancho y la Coca se va del equipo”, sentenció Guillermo Dietrich, el ministro de Transporte electo [estará a cargo de Vialidad], cuando se refirió a la forma de gestión que exigirá. “Venimos por convicción propia y por mandato a administrar el Estado con total transparencia”, afirmó. El hoy subsecretario de Transporte porteño prometió reglas claras, previsibilidad y un ambicioso plan de infraestructura.
“Voy a estar personalmente comprometido con esto. La sociedad tiene que volver a creer en el Estado. No hay que privilegiar a la empresa del amigo. Acá son todos iguales. La transparencia es que todos tengan toda la información y que gane el mejor. Transparencia es que nos importe el precio y que todos cobren de la misma forma”, agregó el ex empresario, ante un auditorio muy acostumbrado al oscurantismo de la obra pública.
Los empresarios de la construcción se acoplaron a esta nueva actualidad. “Soy muy optimista. Va a venir un importantísimo plan de obras públicas y privadas”, dijo a la nacion Juan Chediak, presidente de la CAC. Según describió, el actual Gobierno sólo priorizó la inversión con fondos públicos a través del Tesoro Nacional. Para el ejecutivo, es hora de una mayor articulación público-privada y de financiamiento de organismos multilaterales.
“Hay que arreglar con los hold outs, pero además hay que bajar el déficit fiscal con una mayor racionalización del gasto”, afirmó Chediak. Sobre el cepo, fue incluso más ferviente y hasta se animó a señalar un culpable: “Hay que sacarlo. Es una derivación de un descontrol fiscal. La culpa no es de De Vido sino de Axel Kicillof”. Criticó la gestión de Aerolíneas Argentinas y los subsidios “mal manejados” por el actual Gobierno.
“¿Sería bueno que Mauricio Macri impulsara la ley del arrepentido en la Argentina?”, preguntó este medio y citó como ejemplo la situación de Marcelo odebrecht en Brasil, hoy en prisión por su participación en el escándalo de coimas en Petrobras. “Que la haga. Acá hay algún que otro forajido. No te lo voy a negar. Pero no es una mafia como en Brasil”, se atajó y cerró. “El problema es que allá el más grande (en referencia a la constructora brasileña) tenía que dar el ejemplo”.