Orgullo familiar: dos La Aguada en semis
Por primera vez, ambos equipos de los Novillo Astrada van por la final de Palermo; hoy, La Dolfina es el gran rival
Desde la buena época de los Heguy no había dos equipos de una misma familia en virtuales semifinales del Argentino Abierto. Sí sucedió, por ejemplo, que los Pieres (Gonzalo, Facundo y Nicolás, por Ellerstina, y Pablo, por Alegría), disputaran directamente un lugar en la final, en 2013 (Polito venció a sus tres primos), pero el club de la familia era uno solo, Ellerstina. En Palermo 2015 dos versiones del de los Novillo Astrada, La Aguada y La Aguada-Las Monjitas, están en esas semis, aunque no se enfrentarán entre sí, sino que tendrán los adversarios más duros que existen. Hoy, desde las 16.30, La Aguada definirá la zona A frente a La Dolfina, que lleva ganados ocho torneos sucesivos. Y mañana, a la misma hora pero por el grupo B, Las Monjitas se las verá con el otro favorito: Ellerstina.
“Es una alegría enorme estar los dos equipos. Si bien es bastante difícil, puede darse una final entre los dos La Aguada. Y estoy contento por Eduardo y El Negro [Alejandro], por el sacrificio que vienen haciendo. Venían pegando en el palo. Tenía que dárseles”, celebra Ignacio Novillo Astrada, el back del conjunto original, el que era conformado por cuatro hermanos. También festeja Eduardo, el mayor y el líder de Las Monjitas, cuadro que debutó en 2012. “Buenísimo. Es lo que habíamos pronosticado cuando empezamos: poner al equipo entre los cuatro mejores. Y lo conseguimos pese a los contratiempos de este año, la lesión de Sebastián [Merlos]. Pegamos en la puerta varias veces...”.
Las Monjitas tiene un patrón, el colombiano Camilo Bautista. “Para Camilo es importantísimo ver que una idea que era a largo plazo va dando sus frutos. Sus caballos, su organización, su proyecto van madurando... Y para La Aguada tener dos equipos entre los cuatro mejores del mundo... Es algo que se ha dado pocas veces. Los Heguy lo lograron, con dos familias. Los Novillo Astrada lo conseguimos con una sola”, valora Eduardo, que –a la cabeza de esta ala– no estaba a un partido de la final desde 2011. “Se extrañaba un poco no estar ahí”, admite.
Para el mayor de ambos, Las Monjitas tiene algo más de chances que La Aguada, “porque La Dolfina no pierde desde hace tres años”. “Pero en Palermo cualquier cosa puede darse”, advierte. Nacho mantiene su optimismo: “Creo que La Dolfina es vencible. Si no, no me anotaría en el torneo. Sería aburrido. No voy para jugar; juego para ganar. Es muy difícil, sí, pero todo equipo en algún momento pierde. Hasta Cambiaso dijo «algún día vamos a perder»”. Por ahora, ese invicto es de 31 juegos. Si La Aguada lo cortare, tendrá dos logros en un mismo triunfo.