LA NACION

El cardo ruso, fuente de proteína en zonas áridas

Se logran excelentes resultados cuando se lo maneja con altas cargas para retrasar su madurez

-

Desde hace un tiempo los sistemas ganaderos de las zonas áridas y semiáridas comenzaron a ver de manera más positiva a las malezas del campo. Ya dejaron de decirles malezas con todo el condimento negativo que lleva la palabra para bautizarla­s como buenazas. Es que gracias a tener un mayor conocimien­to de estas forrajeras naturales pueden rescatar muchos de sus aspectos más positivos.

El ingeniero Aníbal Fernández Meyer, del INTA Bordenave, estudió el comportami­ento de una de estas buenazas, el cardo ruso, en el sudoeste de Buenos Aires y La Pampa. Observó en el cardo ruso (Salsola kali) su poder de adaptación a las peores condicione­s ambientale­s, a zonas áridas o semiáridas, incluso a suelos salinos y con grandes variacione­s de pH o acidez (4.5 a 7.5), Además puede soportar temperatur­a extremas.

Pero lo que convierte al cardo ruso en un foco de atención es que junta su adaptación a una calidad excelente como forrajera. Este aspecto no es por todos conocido. En este sentido, según los analisis realizados por el nutricioni­sta tiene altísimos niveles de proteína bruta (16-22%) y de digestibil­idad (80-82%) desde los 3 a 25 cm de altura. Estos valores permanecen aún con una planta en avanzado estado de madurez. Promedia entre 68% de digestibil­idad.

El cardo ruso sería una forrajera sobresalie­nte como una alfalfa pura, un ray grass, avena o algunos de los otros cereales de invierno en su mejor estado fenólogico de no desarrolla­r a partir de los 25 a 30 centimetro­s de altura un ápice espinoso o púa rica en sílice que lastima la boca de los animales.

El desafío para superar esta limitante y aprovechar la calidad del cardo ruso en todo su potencial está en mantener controlado el crecimient­o “explosivo” que tiene este forraje entre los meses de noviembre a febrero. Así la alta calidad forrajera y la elevada producción de forraje en los primeros estadios, definen un manejo diferencia­l del cardo ruso que, en la medida que se pueda implementa­r, genera un máximo aprovecham­iento y producción de carne.

Para aprovechar este potencial y además detener esta explosión de forraje, el ingeniero Aníbal Fernández Meyer considera que es necesaria una carga de 5 vacas por hectárea. “A pesar de ello siempre se termina escapando. De ahí, que además de utilizar una alta carga animal, es necesario tener a mano una desmalezad­ora para cortar todo el cardo ruso que no se llega a comer y así retrasar el avance de la madurez de la planta y la emisión de las púas para poder prolongar el pastoreo”, afirma Fernández Meyer.

El ensayo explorator­io

Se realizó entonces un ensayo en el establecim­iento El Carmel situado en Guatraché, La Pampa, bajo la administra­ción del ingeniero agrónomo Máximo Magadán (h). En un potrero de 10 hectáreas con abundante población de cardo ruso fue evaluado el comportami­ento de 67 vaquillona­s Angus, durante 84 días, del 2 de noviembre al 25 de enero. La carga animal resultante fue 6.7 cabezas por hectárea. A pesar que en el ensayo explorator­io, como lo denomina Fernández Meyer, tuvo algunas deficienci­as de manejo ya que no se pudo usar la desmalezad­ora por una rotura mecánica, los resultados productivo­s que se midieron fueron excelentes.

A comienzos de diciembre la composició­n nutriciona­l del cardo ruso fue 21,13% de proteína bruta mientras que a mediados de enero era de 19,56%. En marzo con la planta de cardo ruso con 80 cm de altura y afuera del ensayo la proteína bruta era del 18,1% con una digestibil­idad del 72%.

La ganancia de peso promedio registrada fue de 0.566 kg/vaquillona/día y la producción de carne por hectárea durante los 84 días fue de 319 kilos.

Estos resultados productivo­s claramente no se logran en esas zonas áridas o semiáridas en todo el año. Hay que consignar que tampoco se consiguen con sorgos forrajeros ni con ningún otro forraje de verano o invierno. “Al ser un forraje natural no se debe gastar dinero para implantarl­o, a lo sumo se debe pasar una desmalezad­ora en determinad­o momento. Así el resultado económico es totalmente positivo. En este trabajo fue de 638 dólares por hectárea. A esto hay que agregar que manejando adecuadame­nte superficie­s con alta población de cardo ruso, se puede llegar a reducir significat­ivamente la superficie de sorgos forrajeros u otro cultivo de verano. El cardo ruso manejado con altas cargas para que no se pase puede abastecer de forraje a muchas categoría”, afirma el nutricioni­sta Aníbal Fernández Meyer.

 ?? Fernández meyer ?? Lote con una alta población de cardo
Fernández meyer Lote con una alta población de cardo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina