Caballos más sanos
El caballo deportivo o el de trabajo, además de la correspondiente aptitud para cumplir con su función, debe estar apoyado en una serie de pilares, lo ayudarán a desarrollar con una actividad exigente y constituyen su primordial cimiento.
Por ejemplo, todos los aparatos y sistemas que forman parte del cuerpo del animal, deben gozar de excelente salud, estar en óptimas condiciones y su funcionamiento debe ser correcto. Su conformación debe ser la ideal para cumplir con una exigente labor.
Las enfermedades infecciosas y parasitarias son comunes en estos caballos de altas exigencias, sometidos a estrés y viviendo en lugares con una gran concentración de animales. Deben estar protegidos por un plan sanitario que prevea la aplicación sistemática de vacunas, realización de análisis y tratamientos antiparasitarios.
La nutrición correctamente balanceada en cantidad y calidad, es una condición precisa para un caballo competitivo, será el lubricante adecuado que le permita satisfacer las variadas necesidades que el deporte y el trabajo ocasionan. La hidratación debe preverse, porque el ejercicio produce pérdida de líquido y mayor demanda de agua.
El entrenamiento físico debe ser el conveniente, planeado y ajustado específicamente para ese animal, evitando excesos y consecuencias no deseadas para su organismo, músculos, articulaciones, huesos, tendones, ligamentos, etc. La ejercitación equilibrada y precisa, lo preparará apropiadamente para adquirir agilidad, movimiento y celeridad que la faena requiera. Para realizar cualquier trabajo con el caballo, los pies representan un eslabón trascendental, por eso es crucial realizar una correcta vigilancia y atención de sus cascos. Se buscará realizar todos los cuidados posibles que le posibiliten mantener una buena salud, armonía e integridad en sus cuatro pies.
Su lugar de descanso y hábitat debe caracterizarse por poseer todas las condiciones óptimas para permitirle su descanso diario, debe estar dotado de aquellos requisitos que contribuyan a brindarle comodidad y bienestar general. Además la higiene del lugar y los cuidados generales del animal no pueden ser excluidos de todas estas previsiones.