Una amenaza que esconde doble lectura
Lozano, el presidente de Excursionistas que se retiró tras votar, fue intimidado; del apoyo a Tinelli a una interna con la barra brava del club
“No se engañen, las pintadas no tienen nada que ver con el voto a Tinelli”. La tarde se desliza perezosa en la sede de Excursionistas, la entidad del Bajo Belgrano que la fallida asamblea de la AFA puso bajo los focos, primero por una denuncia que intentó impedir el voto de su presidente, Ángel Lozano; más tarde, cuando aparecieron pintadas amenazantes en la fachada del edificio donde vive, a pocos metros de la cancha.
Un profesor del club se presta al diálogo “sin dar el nombre, no quiero problemas”. Socio del Verde, estuvo anteanoche en la sede, y confirma que mientras en la AFA se declaraba nulo el combate entre Luis Segura y Tinelli, en el buffet del club hubo otro, más físico, más frontal: “Es cierto, terminó todo a las trompadas, pero porque hubo muchos que no entendieron por qué Lozano no estaba con nosotros en lugar de estar en Ezeiza”.
La noticia de las pintadas en la casa del presidente fue la gota que colmó el vaso en la bochornosa noche que vivió el fútbol argentino. Ayer por la mañana, Tinelli publicó, a través de su cuenta de Twitter, la visita al “amigo Lozano”, y éste no dudó en relacionar las amenazas con su apoyo a la candidatura del vicepresidente de San Lorenzo.
Sin embargo, en el club aseguran que no es así. La Banda del Nevado, nombre de guerra de la barra brava de Excursionistas, es dueña de las paredes del barrio, y su firma aparece por todas partes. “Hace dos meses que vienen atacando a Lozano, esto no empezó ahora”, dice Armando Mainoli, anterior presidente de la entidad, “pero la coincidencia con la elección en AFA les vino como anillo al dedo a los dos: a Lozano y a Tinelli”. “La barra no quiere a Ángel”, corrobora el profesor anónimo.
“Lozano engañó a la gente y gerenció la cancha sin aclarar cuáles eran las condiciones”, explica Mainoli, “y desde hace seis meses que por eso se enfrentó con la barra. De hecho, él y varios miembros de comisión directiva renunciaron de palabra esta semana y convocaron a una reunión informativa para el miércoles, que después pasaron al jueves [anteayer]. Por eso estábamos reunidos en el buffet, y no entendíamos por qué Lozano estaba en Ezeiza. Priorizó su ego, y todo terminó a las piñas”.
La versión de Lozano, por supuesto, es diferente. En distintos medios se ocupó de relacionar las amenazas con su inclinación a la candidatura de Tinelli. “A la gente del club no le importa nada quién gana en la AFA. De hecho, a esa hora nos juntamos más de cien personas a tratar de arreglar los problemas que tenemos en Excursionistas”, concluye Mainoli.
Por ahora, queda claro que no pudieron hacerlo. El candado y las cadenas del viejo portón curvo de la calle La Pampa siguen guardando la confusión y la guerra interna que sacude al club del Bajo Belgrano.