Con pedidos urgentes a Macri, aceleran la reunificación de la CGT
Se unen Moyano, Barrionuevo y sectores ligados a Caló; piden compensar la devaluación
Como parte de su proceso de reunificación, las tres vertientes de la CGT exigieron ayer a Mauricio Macri el pago urgente de una compensación en los salarios y las jubilaciones para evitar el deterioro causado por la devaluación. Además, los sindicalistas pidieron que se declare la emergencia alimentaria, advirtieron sobre la caída del empleo e insistieron en la eliminación del impuesto a las ganancias.
Desde el Gobierno desestimaron habilitar el pago de un bono de fin de año por decreto, como reclamó ayer la CGT. Aunque sí admitieron que homologarán los acuerdos de este tipo que se pacten en el sector privado.
Durante un plenario de autoridades, se activó una comisión de 15 dirigentes para avanzar en la reunificación. En enero habrá un encuentro, en Mar del Plata, pero la unidad se concretaría a medidados de 2016. Del encuentro participaron 140 sindicatos. Encabezaron la cita Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Gerardo Martínez, que representa a un sector importante de la CGT oficial, liderada por Antonio Caló, quien se rehusa a la negociación.
El encuentro dejó en evidencia las diferentes posturas ante el nuevo gobierno, ya que hay gremialistas más comprensivos, que respaldan a Macri. Pero hubo otros que embistieron contra el Presidente y amenazaron con profundizar los reclamos si se agudiza el impacto de la devaluación en los precios y los salarios.
Los sindicalistas suelen jactarse de percibir con antelación los inicios de una crisis. Antes del ballottage presidencial, las tres vertientes de la CGT exploraron un posible acuerdo para negociar la reunificación. Por entonces, a todos los amontonó un abanico de preocupaciones comunes que se concretan hoy en los hechos: devaluación del peso, suba de tarifas, problemas de empleo y limitaciones energéticas.
Tras el acierto en sus pronósticos coyunturales, los tres sectores gremiales dieron ayer un paso gigantesco para avanzar en la unidad de la central. Hugo Moyano (CGT Azopardo), Luis Barrionuevo (Azul y Blanca) y los sindicatos de mayor relevancia de la CGT oficial, que encabeza Antonio Caló, activaron una comisión que guiará la negociación hasta concretar la unión, prevista para el primer semestre de 2016.
Así se resolvió ayer durante un plenario de autoridades en la sede de Azopardo 802, adonde concurrieron representantes de 140 gremios.
Como parte de su proceso de reunificación, la CGT le exigió al presidente Mauricio Macri una urgente compensación económica en los salarios, jubilaciones y subsidios para evitar el deterioro causado por la devaluación del peso y la escalada inflacionaria. “Queremos un bono por decreto”, agitó Barrionuevo desde el escenario del salón Felipe Vallese.
El reclamo sindical ya había sido desestimado de antemano por el Gobierno. Ayer, los funcionarios macristas ratificaron su postura. El ministro de Hacienda, Alfonso PratGay, dijo que homologarán este tipo de acuerdos entre privados, pero descartó que el Estado vaya a habilitar un plus salarial. También lo desecharon el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que se los comunicó cara a cara a varios sindicalistas.
Desde la CGT, además, se le solicitó al Gobierno que declare la emergencia alimentaria “ante la situación de riesgo de enormes franjas de nuestro pueblo” y lo alertó sobre los despidos, según se precisa en un documento en el que predomina el espíritu de unificar la central.
Además de los aliados de Moyano y Barrionuevo, por la CGT oficial asistieron ayer “los Gordos” (grandes gremios) y los denominados independientes, cuyos integrantes son la Uocra y los estatales de UPCN y Obras Sanitarias. También participaron del encuentro la mayoría de los gremios del transporte y el sindicato de la alimentación y el de los bancarios.
Se rehúsan por ahora a la reunificación los sindicatos que comulgan con el kirchnerismo. Entre ellos, la UOM, de Caló, los mecánicos del Smata y el puñado de gremios que se nuclea en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que lidera el taxista Omar Viviani.
La futura CGT no estaría liderada por Moyano, Caló ni Barrionuevo, los referentes de las tres vertientes en las que está hoy fracturada. Tal vez se imite la estrategia de 2004: se acuerde un triunvirato, con un líder por cada sector, y al año siguiente se unifique el mando en una sola persona. Así lo deslizaron varios dirigentes ayer y durante las reuniones previas en el primer piso del hotel Castelar, la sede neutral que se eligió para avanzar en las negociaciones.
Durante el plenario cegetista, quedaron al descubierto las diferentes posturas frente a la nueva gestión. Algunos, como Moyano, Gerónimo Venegas o el barrionuevista Horacio Valdéz, se mostraron comprensivos y pidieron prudencia antes de activar una protesta contra un gobierno que lleva apenas nueve días en el poder.
Pero hubo otros, como el “Gordo” Carlos West Ocampo y Sergio Palazzo, que embistieron contra Macri. El bancario exigió que, así como cumplió con su promesa de campaña de quitar las retenciones al campo, ahora elimine el impuesto a las ganancias. “Monsanto no paga retenciones, pero a un trabajador le cobran un impuesto por su sueldo”, ejemplificó.
Pero, sin dudas, el más duro fue West Ocampo, que pidió reconstruir el PJ para recuperar el protagonismo. “Una desconocida y sin propuestas ganó la provincia de Buenos Aires. Debemos hacer una autocrítica”, dijo sobre la gobernadora María Eugenia Vidal. Y a Macri lo descalificó por vivir en Barrio Parque y utilizar las canciones de Gilda como un eslogan de campaña.
El proceso de reunificación continuará en la segunda quincena de enero, con un encuentro en Mar del Plata. Mientras tanto, se intentará seducir a Caló y a su tropa. Además, seguirán de cerca los coletazos de la devaluación y su impacto en los precios y los salarios.