La única realidad
Pretender controlar la inflación anclando el precio del dólar es como lavar el auto para que llueva. No funciona, a menos que se cuente con superávits gemelos (fiscal y comercial). El BCRA era el órgano rector del valor de la moneda, hasta que con bombos triunfales el cartel interno que recordaba esta norma fue descolgado hace unos años, y la tesorería nacional comenzó a “tomar prestados” fondos del Banco Central y de la Anses, cuyo origen eran los vilipendiados Fondos de Jubilación, las AFJP, estatizadas por Boudou, lo que le valió una carrera meteórica hasta la vicepresidencia de la Nación. El desendeudamiento externo compulsivo y extorsivo se compensó con reendeudamiento interno. Ahora la deuda externa es deuda eterna (sin x). Los diversos parches y cepos (giro y compra de divisas, ROE, DJAI, etc.) nos costaron miles de millones de dólares por exportaciones e inversiones perdidas. Desaparecimos de mercados internacionales, fuente de empleo y divisas (energía, carne, vino, oliva,maíz, trigo, etc.). Memoria y justicia. Ha llegado la hora de asumir responsabilidades. ¿Alguien se va a hacer cargo y pedir perdón al pueblo argentino y a los desempleados de las industrias desplazadas o quebradas? Sólo queda aceptar la realidad y dar valor sostenible a la moneda a través de “flotación sucia” (con intervención dentro de una banda acorde con la política antiinflacionaria).
El gobierno actual no devaluó. Buscando revaluar el peso, simplemente reconoció la verdad, que es la única realidad. Fernando Jorge Brom
fernandobrom@gmail.com