Lo que dejó el trigo en el sur cordobés
Soy asesor en el sudeste de Córdoba, En la región, el clima marcó la campaña de trigo, que empezó con el perfil en muy buen estado. Quizá esta tendencia y la falta de incentivo por el negocio en las fechas de implantación relajó muchas de las decisiones de siembra y fertilización, cuestión que se vio reflejada en varios lotes que no terminaron de incorporar sus fertilizaciones por ausencia de precipitaciones posteriores importantes desde su implantación hasta salida de macollaje.
Igualmente, la campaña en general no tuvo a la restricción hídrica como limitante destacada, pero sí la distribución de las lluvias complicó en algunos casos la correcta incorporación del nitrógeno, principalmente.
En lo que refiere a la protección del cultivo, la campaña estuvo signada por enfermedades entre las que se destacaron roya, no solo de la hoja sino en algunos casos del tallo. Esta última ocasionó importantes mermas del rinde.
La mayoría de los productores conocían los efectos y los posibles controles sobre la roya de la hoja, pero no sobre la roya del tallo, ya que en la mayoría de los casos se habían hecho las aplicaciones para roya de la hoja y cuando regresaban al lote encontraban que la enfermedad se mantenía pero más baja en la planta alejada de la hoja bandera.
A pesar de tener una apariencia y virulencia diferente a la roya de la hoja, muchos productores se relajaron y no controlaron nuevamente, con la consecuencia que la enfermedad cortó gran parte de los vasos comunicantes del tallo reduciendo drásticamente su llenado.