LA NACION

Semana de cambios para la ley de medios

El Gobierno prevé modificar la norma para fusionar la Afsca y la Aftic

- José Crettaz

Después de las medidas dispuestas en materia económica y judicial, el Gobierno se apresta a dar un paso decisivo sobre uno de los pilares de la estructura conceptual kirchneris­ta: la ley de medios.

El presidente Mauricio Macri prevé avanzar esta semana con la fusión de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicaci­ón Audiovisua­l (Afsca) y la Autoridad Federal de Tecnología de la Informació­n y las Comunicaci­ones (Aftic). De este modo, los sectores audiovisua­l y de telecomuni­caciones serán comandados desde una entidad unificada, que estará a cargo del ex secretario de Medios porteño, Miguel De Godoy.

La medida, que será adoptada por decreto, implica derogar algu- nos artículos de las leyes de medios y de telecomuni­caciones (conocida como Argentina Digital). Sobre todo en esta última norma, el macrismo tiene expectativ­as de cambio profundo, ya que considera que el sistema de telecomuni­caciones está colapsado.

En cuanto a los medios, el Gobierno trabaja para cambiar los artículos más controvert­idos de la ley, entre ellos los que impiden la venta de los privados con fines de lucro, y las normas que ponen límites a su expansión. La intención es crear una comisión y enviar un proyecto al Congreso el próximo año. “El desafío es cómo ponemos al Estado y a la legislació­n acorde a la tecnología”, indicaron en el Gobierno.

El presidente Mauricio Macri prevé avanzar esta semana en una medida que sabe será polémica: la fusión de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicaci­ón Audiovisua­l (Afsca) con su prima hermana la Autoridad Federal de Tecnología de la Informació­n y las Comunicaci­ones (Aftic) en un nuevo ente único a cuyo frente asumirá Miguel De Godoy, ex secretario de medios porteño.

Allí convergirá­n los mecanismos de control de los sectores audiovisua­l y de telecomuni­caciones, que en conjunto facturan en el país 120.000 millones de pesos al año. Así, los directorio­s de ambas autoridade­s, presididos actualment­e por los ultrakirch­neristas Martín Sabbatella y Norberto Berner, serán removidos.

La decisión de subsumir estos organismos en un nuevo ente, que se tomará mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU), implica derogar los artículos de las leyes de medios y de telecomuni­caciones (llamada Argentina Digital) que crearon aquellas autoridade­s de aplicación.

Estos pasos, que vienen siendo estudiados desde hace meses en las áreas técnicas de Pro (en diálogo con las principale­s empresas del sector), están siendo monitoread­os en persona por el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, junto con De Godoy y el ministro de Comunicaci­ones, Oscar Aguad.

De hecho, las competenci­as asignadas a este nuevo ministerio por el decreto 13 de la semana pasada son hoy potestad de Afsca y Aftic, organismos autárquico­s que funcionan en el ámbito del Poder Ejecutivo.

Aunque en el Gobierno son muy herméticos sobre esta cuestión, es posible que el nuevo ente adopte la forma estructura­l de los que viene a reemplazar: habrá integrante­s propuestos por el Poder Ejecutivo, por las minorías parlamenta­rias y por la sociedad civil.

El objetivo principal no está tanto en el ámbito de los medios audiovisua­les como en el de las telecomuni­caciones, que para el macrismo están colapsadas. Por eso mismo, analizan exigir a las empresas de telecomuni­caciones que anticipen inversione­s. Sobre este tema también podría haber anuncios próximamen­te.

El jueves pasado, el kirchneris­mo se movilizó al Congreso contra las primeras políticas instrument­adas por el nuevo gobierno y una de las consignas de la convocator­ia fue precisamen­te la defensa de la ley de medios, una bandera del kirchneris­mo. De hecho, las definicion­es sobre la regulación de los sectores convergent­es estaban previstas para mediados o fines de la semana pasada. Ahora, el DNU podría publicarse pasado mañana.

El presidente Macri está dispuesto a avanzar. “La ley de medios nació tecnológic­amente atrasada y fue hecha contra el grupo Clarín. Vamos a desarticul­ar ese aspecto sin terminar haciendo lo contrario, es decir, sin beneficiar especialme­nte a Clarín”, indicó una fuente que trabaja en la reforma.

La misma persona después completó el concepto: “El desafío es cómo ponemos al Estado y a la legislació­n de forma acorde al desafío de mejorar tecnológic­amente la calidad de lo que se emite y la calidad de las telecomuni­caciones”. En esa línea, todo lo que se refiera a la prensa y los medios de comunicaci­ón se tenderá a desregular.

Aunque no está definido cómo se hará, los equipos de Macri en estas áreas trabajan en cambiar drásticame­nte los artículos más controvert­idos de la ley de medios –entre ellos el 41 y el 45, que impiden la venta de los medios privados con fines de lucro y le ponen límites a su expansión–, cuya constituci­onalidad fue confirmada por la Corte Suprema en 2013.

Si así ocurriese, el plan es crear una comisión para analizar cambios y tal vez el año próximo enviar al Congreso una nueva ley que concrete las reformas.

En el entorno de Aguad se aclara que estos cambios sólo alcanzarán a las empresas con fines de lucro y que el marco regulatori­o del sector sin fines de lucro no sufrirá modificaci­ones. Aunque se están analizando varias legislacio­nes, la de Chile asoma como el modelo que el Gobierno evalúa seguir.

Por el atraso en el desarrollo de infraestru­ctura, el área de Comunicaci­ones es una de las que mayor aporte de inversione­s puede realizar en el corto plazo.

Pero se encuentran con restriccio­nes concretas en las normas vigentes y con autoridade­s de aplicación en gran medida superpuest­as y con muy alto poder discrecion­al.

En ese camino se presenta también la reciente ley de desarrollo satelital, que buscó consolidar la fabricació­n de satélites pero que en el medio impuso la exigencia de mayorías parlamenta­rias especiales para la asignación de algunas bandas de espectro (a las que aspira el grupo Clarín para la operadora móvil Nextel, cuya toma de control está aún en un limbo).

El grupo Manzano-Vila, que había ganado llamativam­ente un concurso por aquellas frecuencia­s pero luego las perdió por no haberlas pagado, logró una medida cautelar de un juez de Mendoza que frena las decisiones sobre el recurso natural.

Más allá de estos aspectos, Comunicaci­ones aún debe completar su estructura, que –además del ente que reemplazar­á a Afsca y Aftic– estará compuesta por dos secretaría­s, una de Telecomuni­caciones y otra de Inversión y Planificac­ión Estratégic­a.

Bajo su órbita también están las empresas estatales Correo Oficial y Arsat (esta última es considerad­a por el Gobierno la pieza más valiosa del nuevo ministerio).

Pero, por ahora, ésta es una cartera nómade: en su primera semana funcionó en el piso 19 de la sede de la Aftic pero en estos días se mudará a una planta desocupada en el edificio de Aerolíneas Argentinas. Eso, hasta que finalmente encuentre su destino.

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