En seis años la mafia china cometió 40 asesinatos
Los ataques comienzan con amenazas y exigen US$ 50.000 a cambio de protección a dueños de supermercados; ahora, también en el interior
En seis años diversos grupos de la mafia china que operan en nuestro país asesinaron a 40 comerciantes de ese origen, al parecer porque éstos se negaron a pagar un promedio de US$ 50.000 para garantizar su protección. La mayoría de los homicidios ocurrió en el área metropolitana, donde se concentra gran parte de los supermercados chinos. Ahora, esa modalidad criminal se trasladó al interior.
Desde 2010 hasta la actualidad, la mafia china concretó 40 asesinatos contra comerciantes radicados en nuestro país porque se negaron a pagar los 50.000 dólares anuales, en promedio, que las organizaciones delictivas exigen a cambio de protección. Las extorsiones comienzan con mensajes escritos en el idioma de la provincia de Fujian que, al pie, tienen un número de teléfono en alfabeto occidental. Después siguen los llamados intimidatorios. Si la amenaza no causa efecto en el comerciante, llega la primera agresión, que puede ser con una bomba molotov o un ataque a balazos, donde el gatillero dispara a las piernas. En caso de no pagar, en el siguiente ataque, el agresor disparará a matar.
Aunque con escasas diferencias, esos tres pasos en la escalada de violencia se repitieron en la mayoría de los 40 homicidios que tuvo como víctimas a ciudadano chinos, ocurridos en los últimos seis años en nuestro país. La novedad registrada en los últimos meses fue que se denunciaron ataques, aunque no terminaron en homicidios, en algunas ciudades de Santa Fe. Pero en Rosario, hubo dos asesinatos.
Según fuentes policiales, esta modalidad de las organizaciones mafiosas quedó confirmada en la investigación del doble asesinato ocurrido el miércoles pasado a la tarde, en la confitería situada en la esquina de México y Entre Ríos. Allí, un sicario disparó tres balazos y mató a al dueño de un supermercado chino de Monserrat y a su empleado mientras estaban en la vereda.
Al interrogar a los empleados del local, los detectives determinaron que el propietario del comercio había recibido una serie de amenazas para que pagara cerca de 50.000 dólares a cambio de dejarlo trabajar.
Sin salirse del manual aplicado por los grupos mafiosos que operan en nuestro país, en este doble homicidio los investigadores advirtieron una característica particular. Como ocurrió desde 2010, los encargados de perpetrar los ataques fueron sicarios locales contratados por los representantes de las tríadas.
Además de los tres comerciantes de la ciudad de San Nicolás y del barrio de Monserrat, en 2014 también fueron asesinados los dueños de locales en Urquiza 178 y Matheu 29, en la zona de Once, y en Maza al 300, en Almagro. La mayoría de los homicidios se registraron en el área metropolitana, donde se concentra gran parte de los casi 10.000 supermercados chinos que hay en el país.
“Generalmente, los grupos mafiosos buscan delincuentes que, por 3000 pesos disparen contra los comerciantes. Los agresores nunca saben quién les pagó. Si se trata de matar al comerciante extorsionado, la suma que cobra el sicario puede llegar a 10.000 pesos”, explicó un detective de la Policía Federal que investigó uno de los ataques contra comerciantes chinos.
La variante más común que se escapa del manual aplicado por las siete organizaciones mafiosas chinas que operan en la Argentina, radica en los secuestros. En varios casos, el secuestro reemplazó al ataque a balazos intimidatorio.
Uno de los personajes más temidos por sectores de la comunidad china aparecía como el nombre en común en varias de las escuchas telefónicas que se realizaron a partir de aquellos pocos comerciantes que se animaron a denunciar las extorsiones.
A pesar de haber sido identificado en las grabaciones telefónicas, y de tener pedido de captura internacional porque había pergeñado el secuestro de un comerciante chino que se negó a pagar por protección, este jefe mafioso no fue apresado. Condenas
Desde 2010 hasta la actualidad, grupos de policías chinos viajaron a nuestro país para colaborar con los investigadores de la Policía Federal en las pesquisas por una serie de homicidios ocurridos en la Capital, aunque poco pudieron hacer.
“Generalmente la extorsión comienza cuando el grupo mafioso le manda una carta escrita en el idioma de la región china de la que proviene el comerciante. En esa misiva, los mafiosos le advertían al dueño del local que debía pagar 50.000 dólares si no quería que lo agredieran. Al pie del texto figuraba el número de un celular, escrito en los números arábigos con características de nuestro país”, explicó un funcionario judicial que investigó a una red que extorsionaba a comerciantes chinos.
Este funcionario judicial comandó una de las pocas investigaciones que terminó con los extorsionadores chinos condenados a penas de cinco años y medio de prisión por exigir dinero a cambio de protección. En ese caso, la investigación estuvo a cargo de una fiscalía de San Martín. Si bien el sumario comenzó con 10 denuncias, el expediente llegó al juicio con dos casos debido a que muchas víctimas se negaron, por miedo, a ratificar la acusación.
Según consta en la sentencia que condenó a los imputados chinos, cambiaban los números de celulares a los que obligaban a llamar a las víctimas de la extorsión. Cuando lo detuvieron, uno de ellos llevaba cuarenta chips de distintas líneas de celulares. Este acusado ordenaba a las víctimas de la extorsión a que pasaran a buscar por un local de Villa Crespo el cartel que debían colocar en la puerta del supermercado para indicar que le habían pagado a determinado grupo.