VatiLeaks: Bertone dona € 150.000 por daño “moral”
El ex secretario de Estado aceptó que perjudicó a un hospital pediátrico
ROMA.– El escándalo VatiLeaks II –la filtración de información reservada sobre corrupción, despilfarro y operaciones económicas turbias del Vaticano, que salió a la luz en dos libros, Vía Crucis y Avaricia– ayer volvió a dar que hablar. Trascendió, de hecho, que el cardenal Tarcisio Bertone, ex poderoso secretario de Estado de Benedicto XVI, decidió donarle al hospital pediátrico Bambino Gesù 150.000 euros como indemnización por daño “moral”.
En Avaricia, el periodista Emiliano Fittipaldi –que junto a Gianluigi Nuzzi, autor de Vía Crucis, está procesado por la justicia vaticana– había revelado que los 200.000 euros que costaron las refacciones de su departamento, que tiene una espectacular terraza de 296 metros, en el Vaticano, fueron pagados con dinero destinado a este instituto para chicos.
“El cardenal Bertone no recibió directamente dinero. Pero reconoció que todo lo que ocurrió significó para nuestro hospital un daño y, por lo tanto, quiso hacer una donación de 150.000 euros para apoyar nuestros proyectos de investigación sobre enfermedades raras o poco estudiadas de chicos”, indicó ayer Mariella Enoc, presidenta de la fundación Bambino Gesù.
Enoc habló al margen de una visita que hizo al hospital pediátrico el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado vaticano. Si bien la mujer destacó que Bertone no estaba directamente involucrado en el asunto, sí admitió que el caso de su departamento había causado “gran revuelo”.
“Mi tarea fue entender mejor qué había pasado y encontrar una solución”, indicó Enoc, al hacer entender que hubo un virtual arreglo con Bertone. Con el ex número dos del papa emérito, de hecho, tuvo una reunión muy “serena”, indicó, en la que el alto prelado “tuvo una actitud de decir «entendí que todo esto provocó un daño y ahora trato de hacer algo»”.
Según Avaricia, fue a través de Giuseppe Profiti, ex presidente del Bambino Gesù y hombre muy cercano a Bertone, que fueron pagados los 200.000 euros para las refacciones de su departamento, en el Palazzo San Carlo del Vaticano, muy cercano a la residencia de Santa Marta, donde vive el Papa. Profiti más de una vez admitió ese pago, al explicar que se trataba de una “inversión”, porque ese departamento sería usado como sede para iniciativas institucionales y de fundraising del hospital pediátrico romano, que maneja el Vaticano. Bertone, en cambio, siempre clamó su inocencia y afirmó que no sabía nada del asunto de ese pago.
Con la donación hecha ahora, el purpurado indemniza al hospital pediátrico por el daño “moral” padecido debido al escándalo, destacó ayer Enoc, que subrayó, de todos modos, que será la justicia del Vaticano la que deberá decidir si hay “otras responsabilidades”.
“Me parece que el asunto se resolvió positivamente”, comentó a los periodistas Parolin, que por voluntad del Papa desde hace una semana está al frente de una nueva comisión pontificia cuyo fin es una mejor gestión de las estructuras que el Vaticano tiene en el sector sanitario, muchas de las cuales presentan serios problemas.
“Esta es sólo una punta del iceberg del business que hay en torno de los hospitales del Vaticano”, dijo, en efecto, Fittipaldi, al reaccionar a la noticia de la donación de Bertone, que tuvo gran repercusión en Italia. El autor de Avaricia destacó que aunque se manifestó ajeno al hecho, con la donación al hospital Bambino Gesù el cardenal Bertone “admitió su culpabilidad, porque sintió la necesidad de restituir parte de ese dinero”.