Simón defendió la designación de jueces
El mentor del decreto sobre la Corte reveló que le transmitió la idea a Macri en 2013
El abogado y diputado macrista en el Parlasur Fabián Rodríguez Simón, apodado “Pepín”, defendió ayer el decreto del presidente Mauricio Macri para nombrar “jueces en comisión” en la Corte Suprema, cuya autoría se le atribuye.
Admitió que el Gobierno podría “haber sido más prolijo”, pero insistió en que el decreto “no es antijurídico: el tiempo decidirá si fue oportuno o no”.
En diálogo con Radio América, Rodríguez Simón confió que le acercó la propuesta a Macri en 2013, cuando advirtió que Cristina Kirchner podía utilizar el recurso de nombrar jueces en comisión para ampliar la Corte Suprema y favorecer sus pretensiones de lograr la re-reelección.
“Tenía pánico que ampliaran la Corte a nueve integrantes y en el receso nombrar a jueces en comisión. De ser así, teníamos a Cristina Kirchner hasta 2050. Pasado el temor, apareció una oportunidad y yo avisé que esto se podía hacer desde lo afirmó. “Podría haber sido más prolijo. Pero yo no tomo decisiones políticas. Sólo dije qué se podía hacer desde el punto de vista legal. Quizás fue un apresuramiento, pero las decisiones políticas no son judiciables”, deslizó.
Con ese antecedente, dijo, “el Presidente sabía que existía la posibilidad”. Y añadió que ahora “no se necesita que el Senado apruebe los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz, porque al ser designados en comisión, sus mandatos se extinguen al final del próximo período legislativo, el 30 de noviembre de 2016”.
Rodríguez Simón insistió en que él no es “el ideólogo” de la iniciativa. “El ideólogo fue Thomas Jefferson y después lo adoptó Juan Bautista Alberdi”, se atajó. Frente a los cuestionamientos que suscitó la medida, el legislador del Mercosur atribuyó las principales críticas a “constitucionalistas despechados, autocandidatos a la Corte”.
Por el contrario, el senador y ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina descalificó el decreto y señaló que “un procedimiento que su mismo impulsor considera desprolijo y que jamás se usó en la democracia argentina es una muy mala decisión”.