La organización que quiso ocuparse de los olvidados
MSF nació en París como un grupo de médicos y periodistas con vocación humanitaria
Era 1971 y un grupo de médicos y periodistas de parís estaban indignados; no podían creer lo que pasaba en Nigeria y en pakistán Oriental, pero sobre todo les molestaba la ineficacia con la que se atendía a las víctimas y el mandato que tenían que soportar los periodistas del medio en el que trabajaban que les impedía hablar sobre las dos crisis: Nigeria estaba en guerra civil, pakistán Oriental (hoy Bangladesh) luchaba por su independencia.
Se decidieron y crearon su propia organización. Quince años después, empezaba a abrirse al mundo y se replicaba en España. Hoy, Médicos Sin Fronteras se convirtió en la organización internacional independiente de asistencia humanitaria más conocida a nivel mundial, que brinda ayuda a poblaciones en crisis en más de 60 países.
Su compromiso está bien focalizado: es con los olvidados. En su página oficial lo explican así: “Nuestro objetivo es asistir a poblaciones a las que nadie puede o quiere llegar: víctimas de conflictos olvidados, de enfermedades que no afectan a los países desarrollados, pero que se cobran millones de vidas en otras partes del mundo, personas invisibles para una amplia mayoría y que nosotros no estamos dispuestos a ignorar”.
En estos 44 años, Médicos Sin Fronteras estuvo presente, prestando ayuda, en la guerra del Líbano en 1976, en la guerra de Sierra Leona en el año 2000 y cuando Estados Unidos invadió irak en 2003. También participó en la epidemia de meningitis en Nigeria, las hambrunas de Etiopía y Sudán, y los terremotos de Nicaragua, pakistán y perú.
Uno de los objetivos es la formación y el desarrollo de las comunidades que están en el lugar del conflicto, para que ellos mismos se organicen cuando los profesionales internacionales dejan el terreno. La forma de financiarse es sobre todo a través de aportes individuales. Cuenta con 5,7 millones de socios en todo el mundo. Esta independencia económica les permite decidir dónde y cuándo intervenir, sin presiones políticas o religiosas.
En 1999 recibieron el premio Nobel de la paz. Antes y después de ese premio, su trabajo fue reconocido por distintas entidades en países de todo el mundo.