Brian Castaño dio otro paso para seguir creciendo
Más técnico que explosivo, venció por puntos al mexicano García, en su debut en Las Vegas
El bonaerense Brian Castaño (70,100 kg), la esperanza más sólida del boxeo nacional, comenzó a tutearse con todos los avatares y los contratiempos primarios, imprescindibles en el crecimiento de un profesional. Su 14ª victoria, conseguida sobre el mexicano Aaron García (70,600 kg) en un fallo unánime (79-73, 79-73 y 80-72), fue una prueba de todo ello.
Debutó anteanoche, en el Palms Casino Resort, de Las Vegas, como “soporte” en una cartelera de nivel intermedio organizada por Floyd Mayweather Promotions, y debió esperar varias horas con los guantes puestos en camarines para encontrar su lugarcito en la transmisión de TV. Y aprovechó la ocasión.
Acostumbrado a lucir, desbordar y noquear, necesitó alterar su esquema técnico dosificando energías y físico al cabo de los 8 rounds del combate. Casi noquea en el segundo capítulo, pero sus dudas, algún problema en su mano derecha –sin lesión ósea constatada– y sus permanentes porfías psicológicas, lo llevaron a asegurar una holgada decisión de los jueces.
García representó una prueba interesante; un fondista fresco, en el segundo nivel de México y Estados Unidos, que midió la habilidad y astucia del argentino, quien sobrellevó ciertas adversidades con eficacia en sus impactos y suma de puntos.
El litigio de Castaño con su categoría definitiva será fundamental en el calendario 2016. Es un mediano jr. de cuerpo pequeño, que no puede –toda- vía– divorciarse del límite de los medianos y es allí donde pierde remate y estallido.
Cuando parecía frustrarse en el “gran circuito”, por las consecuencias de aquellas batallas con el sobrepeso y los ataques de pánico, que casi lo retiraron de todo, Castaño vuelve al ruedo y al ring. Ganó su tercera pelea en los Estados Unidos (Todd Manuel, Jonathan Batista y Aaron García) e incorporó en su libreta de apuntes nuevas sensaciones y vivencias, distantes de los hábitos de La Matanza, donde nació y se desarrolló.
Se crece, también, cuando no se gana por Ko. Es parte del oficio de un boxeador como éste, que invita a ser analizado: paso a paso. no más allá de su próximo combate.