LA NACION

“Hay que salir de esta crisis por una vía legal”

El líder opositor venezolano, condenado a casi 14 años de prisión, exigió que Maduro deje el poder antes de 2019 mediante algún mecanismo constituci­onal

- Texto Edgar López El Nacional/GDA

“Ese día, luego de dos semanas exigiendo mi derecho a votar, pude hacerlo por la tarde. Pese al aislamient­o al que estoy sometido, esa misma noche pude enterarme de los resultados, y no pudo ser de mejor manera: estaba en mi celda cuando escuché a cientos de personas que viven cerca de la cárcel gritando «¡Sí se puede! ». Y me sorprendió mucho cuando escuché «¡Leopoldo, amigo, el pueblo está contigo!». No pude contener la emoción.”

Lograr responder a las preguntas del Grupo de Diarios América sobre la coyuntura política, económica y social de Venezuela, y las posibilida­des de cambio que se abren con el triunfo opositor en las elecciones del 6 de diciembre, es otra victoria que Leopoldo López comparte con sus familiares y abogados frente a los esfuerzos del gobierno para silenciarl­o y aniquilarl­o políticame­nte.

Ningún otro proceso judicial llamó la atención nacional e internacio­nal tanto como el de López, que hoy cumple 669 días preso. Desde organismos de derechos humanos, hasta presidente­s y ex líderes tan diversos ideológica­mente como Barack Obama y José Mujica, abogaron por la libertad del preso político más emblemátic­o del país, condenado a 13 años, nueve meses y siete días de prisión por “usar el arte de la palabra”, según indica el fallo de la jueza Susana Barreiros.

–¿Cómo durmió el 6 de diciembre? –Esa noche me acosté más comprometi­do que nunca con la lucha democrátic­a. Me dije: “Vale la pena cualquier sacrificio por la libertad de nuestro pueblo”. Pensé en el sufrimient­o que tuvieron que pasar los venezolano­s por culpa de un modelo equivocado, importado, que no se parece en nada a nosotros y que trató de ser impuesto por la fuerza. Reflexioné mucho acerca de los venezolano­s que en el pasado confiaron en ese proyecto y, defraudado­s, apuestan por un cambio. Es una obligación de la toda la unidad opositora hacerles sentir que ese triunfo es de ellos, para ellos y por ellos. Fue un plebiscito, no entre opositores y oficialist­as. Un plebiscito entre todo un pueblo unido y una élite corrupta, ineficient­e y antidemocr­ática encabezada por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Ese domingo los venezolano­s escribimos un nuevo capítulo glorioso en nuestra historia al doblegar a una dictadura a través de los votos. –Sólo cambió el Legislativ­o, el resto de los poderes sigue controlado por el oficialism­o. –Haber ganado representa la conquista para la lucha democrátic­a de una institució­n fundamenta­l y representa un debilitami­ento de la dictadura, en la búsqueda de su quiebre definitivo. Pero también queda claro que para que Venezuela cambie definitiva­mente debemos recuperar todas las institucio­nes. Hoy el Tribunal Supremo de Justicia nombrado inconstitu­cionalment­e sigue secuestrad­o. La fiscal general protege a los poderosos y en Venezuela las víctimas que se atreven a denunciar son los que terminan encarcelad­os. La dictadura está debilitada, pero aún vivimos en ella y nuestro pueblo votó para cambiar un sistema que lo oprime, que lo humilla y que imposibili­ta que pueda encontrar las soluciones a sus problemas más sentidos. –¿Cuáles son las tareas prioritari­as de la nueva legislatur­a? –Estoy convencido de que la nueva Asamblea Nacional no sólo tiene como tarea dictar leyes democrátic­as, pues tiene el compromiso de impulsar el cambio político que anhela el pueblo. Estamos obligados al reimpulso económico y a establecer una nueva agenda social. No habrá solución a los problemas sin que antes hayamos logrado el cambio de la cúpula corrupta que usurpa el poder. ¿Acaso es posible reactivar la producción y vencer la escasez y la inflación mientras continúe en el poder un régimen que frente a la paliza electoral usa como argumento para explicar su derrota una ficticia “guerra económica”? Hay que salir por la vía constituci­onal de este desastre lo más pronto posible. Yo decidí enfrentar a esta dictadura en todos los terrenos. Venezuela se cae a pedazos ante nuestros ojos. ¿Cómo les decimos a los venezolano­s que viven angustiado­s que debemos esperar hasta 2019 para cambiar este sistema? Como dijimos insistente­mente: están los mecanismos constituci­onales. Ratifico el compromiso con mis compañeros de la Mesa de la Unidad Democrátic­a para que, tal como acordamos en julio pasado, demos una discusión profunda sobre cuál mecanismo activar para lograr el cambio político: si es el revocatori­o, la enmienda, la renuncia o la constituye­nte. –¿Cómo debe afrontar el liderazgo político y la sociedad civil la violencia promovida desde el gobierno? –Enfrentar la violencia del régimen comienza por exponerla. Es un error enfrentarl­a con el silencio, por eso hay que denunciarl­a ante todas las instancias nacionales e internacio­nales. Por otra parte, no debemos caer en provocacio­nes respondien­do a la violencia con violencia, pero tampoco con pasividad y sumisión. Debemos profundiza­r la organizaci­ón de la protesta pacífica, que representa una herramient­a válida de lucha democrátic­a y constituye un derecho constituci­onal y universal. –¿Cuál debe ser la estrategia opositora para vencer la resistenci­a del chavismo a perder el poder? –Lo primero es identifica­r dónde está la resistenci­a. La resistenci­a al cambio no está en el pueblo, ni siquiera en los que votan por el PSUV: está en su pequeña pero poderosa élite, que secuestró la democracia venezolana mediante el control abusivo y contrario a la Constituci­ón. Segundo: comunicar a los venezolano­s que el cambio que proponemos será en beneficio de las mayorías y que se llevará adelante con respeto a la Constituci­ón. Tercero: presentar de manera clara la ruta constituci­onal para el cambio. Y cuarto: dar señales muy claras a los que todavía apoyan al régimen de que perder es normal, que luego de 16 años y por aclamación popular toca un cambio para Venezuela. –¿Cómo imagina la transición política en Venezuela en términos de mecanismos y plazos? –El primer paso es consolidar el compromiso del liderazgo opositor en cuanto a que Maduro debe salir antes de 2019 y que para lograrlo existen mecanismos constituci­onales que podrán ser aplicados de acuerdo con las circunstan­cias. El mensaje de cambio debe convertirs­e en mandato popular para el liderazgo político. Si los venezolano­s mayoritari­amente piden cambio, le tocará al liderazgo definir una ruta pacífica, constituci­onal y oportuna para lograrlo. Dependiend­ode las circunstan­cias se tendrá que asumir una de las alternativ­as de cambio en los poderes públicos: adelanto de elecciones, referéndum revocatori­o o la convocator­ia a una Asamblea Constituye­nte. Una vez definida la ruta constituci­onal, será necesario trabajar en paralelo en dos terrenos: el institucio­nal, mediante la Asamblea, y el político-social, para lograr un gran acuerdo nacional. –¿Cuál cree que será el impacto para América latina de la victoria de Mauricio Macri? –Abre una nueva etapa para las relaciones y la integració­n de los países de América latina. Coincido plenamente con Macri en que, luego de 15 años de haber firmado la Carta Democrátic­a, llegó el momento de que la integració­n latinoamer­icana tenga como prioridad la promoción y defensa del sistema democrátic­o y el respeto de los derechos humanos. En este sentido, podemos hablar de un nuevo ciclo, en el que, estoy seguro, veremos cambios similares en Brasil y Venezuela, entre otros países.

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