LA NACION

Mataron a una kinesiólog­a durante un robo en el barrio de Colegiales

La víctima fue asesinada en su consultori­o, pero también fue desvalijad­o su departamen­to y robada una familia vecina

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Una kinesiólog­a de 53 años fue encontrada maniatada y asesinada en el baño de su consultori­o del barrio de Colegiales y se investiga si la mataron durante un intento de robo, informaron fuentes policiales.

La hipótesis del asalto se basa en que la escena del crimen estaba revuelta, al igual que el domicilio de la víctima, situado a una cuadra del consultori­o y en el mismo piso donde delincuent­es robaron a una familia el mismo día en que se tuvieron por última vez noticias de la mujer muerta.

La kinesiólog­a asesinada fue identifica­da por la policía como Mirta Avancini, de 53 años, quien atendía a sus pacientes en un inmueble situado en Céspedes al 3400, a metros de Álvarez Thomas, y residía en el quinto piso de un edificio de Palpa al 3500, casi esquina con la misma avenida, en Colegiales.

Fuentes policiales informaron a la agencia Télam que anteayer por la tarde, alrededor de las 18, un hermano de la kinesiólog­a que no sabía nada de ella desde el jueves pasado fue a buscarla a su domicilio y, al no obtener respuesta, alertó al personal de la comisaría 37ª.

Ante esta situación, los efectivos y el hermano ingresaron en el departamen­to 5° “D” y advirtiero­n que éste se hallaba deshabitad­o y con mucho desorden, por lo que inmediatam­ente sospecharo­n que algo malo le había ocurrido a la víctima, dijeron los informante­s.

Además, agentes de la 37ª habían recibido el mismo jueves una denuncia por robo a mano armada y privación ilegal de la libertad de una familia que reside en el 5° “A” de Palpa al 3500, a raíz de lo cual comenzaron a vincular ambos hechos.

Según las fuentes, el hermano de Avancini y los efectivos se dirigieron luego hasta el consultori­o de la calle Céspedes y, al ingresar, hallaron el cuerpo de la mujer en el baño, maniatado y con un trapo que le cubría la cabeza.

Asfixia o golpe

En una primera revisión del cadáver, los médicos estimaron que la kinesiólog­a había muerto por asfixia, aunque no descartan que haya fallecido por un golpe en la cabeza, a la altura de la nuca, precisaron los voceros.

“Tal vez la golpearon hasta dejarla inconscien­te y luego se asfixió porque le colocaron el trapo en la cara”, explicó a Télam una fuente de la investigac­ión, que aclaró que hay que aguardar a los resultados de la autopsia para confirmar la causa y la data de muerte.

Sin embargo, por el avanzado estado de descomposi­ción del cuerpo, los peritos creen que el crimen ocurrió el mismo jueves en que se tuvieron noticias de la víctima por última vez, agregó el informante consultado.

En tanto, los pesquisas también advirtiero­n un gran desorden en la escena del crimen, por lo que todo apunta a que se trató de un homicidio en ocasión de robo.

“Es probable que los delincuent­es la hayan abordado en su consultori­o, donde la maniataron y la despojaron de sus objetos personales; entre ellos, sus llaves, con las que se dirigieron hasta su domicilio. Y, una vez dentro del edificio de la calle Palpa, aprovechar­on para asaltar a la familia del departamen­to vecino”, indicó la misma fuente, que añadió que en el asalto al 5° “A” no hubo víctimas lesionadas.

Pero la investigac­ión tampoco descarta que haya ocurrido al revés: que Avancini haya sido primero asaltada en su domicilio particular y luego llevada por la fuerza por los delincuent­es hasta su consultori­o en busca de más elementos de valor, aunque esta hipótesis tendría menos fuerza, ya que al departamen­to de Palpa se ingresó con las llaves.

“Tal vez los delincuent­es ya estaban dando vueltas por los pasillos del edificio y la sorprendie­ron y llevaron hasta su departamen­to. Todavía no está claro cómo fue la secuencia del hecho”, añadió la fuente.

El crimen de Avancini es investigad­o por el juez en lo criminal de instrucció­n porteño Eduardo José Cubría y los detectives de Homicidios de la Policía Federal.

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