LA NACION

Inesita, la voz tuitera de la rebelión ciudadana en Venezuela

Carlos Valiente Noailles (h.)

- © LA NACION Abogado

B“rujas, me retiro del Twitter por un rato. Esta noche publicaré dónde será la rumba. Ahí estaré esperándol­os, a ver si son tan machitos.” Con estas palabras, dirigidas al temible Servicio Bolivarian­o de inteligenc­ia Nacional (Sebin), que la venía persiguien­do en los últimos días, se despidió inés Margarita González Arraga de su pasión tuitera el 4 de octubre de 2014. No volvió a escribir en más de un año. Más conocida como @inesitater­rible, esta simple y audaz ciudadana venezolana quedaba detenida a las pocas horas en una oscura prisión, ya no del servicio penitencia­rio, sino del Sebin. Fue formalment­e acusada de ultraje a funcionari­o público y ultraje violento. Pero su delito real en esta Venezuela despótica fue opinar sin pelos en la lengua en contra del gobierno, en una red social cada vez más temida por los dueños de cualquier poder: Twitter.

Días antes había fallecido en extrañas circunstan­cias el diputado oficialist­a robert Serra, e @inesitater­rible había sido despiadada al comentar su muerte. “A los tiranos se les da de baja, no es odio, es justicia. robert Serra no era inocente como nuestros gloriosos estudiante­s, no comparen”, disparaba inés desde su cuenta de Twitter, seguida por más de 56.000 perso- nas al día de su detención (hoy incrementa­das a 85.000). Fue la gota que colmó el vaso de un régimen autoritari­o que la venía siguiendo con enfermiza obsesión. Aunque inesita lo negara, sus palabras destilaban un brutal encono. Pero, también innegable, se trataba de un sentimient­o deliberada­mente instigado desde el fanatismo de Estado, ese germen fascista que asoma en esta clase de regímenes donde la opinión del partido de gobierno constituye un dogma oficial revestido de religión popular. Un fanatismo que no puede sino sembrar importante­s contradict­ores que el régimen usa para realimenta­r su discurso, pero un fanatismo que también genera desconocid­as e indómitas inesitas, totalmente indefensas ante el poder del Estado.

Poco después de que fue detenida, el presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, Tte. (rE) Diosdado Cabello, anunció con visible satisfacci­ón en su programa Con el mazo dando el nombre de varios tuiteros, a los que identificó también por el nombre de su cuenta, que habían sido apresados por burlarse de la muerte de robert Serra. inesita no fue la única tuitera detenida en Venezuela, pero sin duda fue la más alegórica, pues su supuesta ofensa (de las que se pueden ver miles diariament­e en Twitter) no sólo le valió la prisión, sino que fue como símbolo por los propios gobernante­s para intentar acallar otras voces incómodas. la verdadera ofensa que causó inés fue criticar al régimen con el lenguaje llano de una ciudadana enojada.

El mero hecho de que sea el servicio de inteligenc­ia quien persigue y detiene a ciudadanos que se han expresado en la calle o a través de las redes sociales en Venezuela revela que toda opinión disímil es tomada como una conspiraci­ón en contra del país. Y cuando los votos cambian de color, como ocurrió con las últimas elecciones legislativ­as ampliament­e ganadas por la oposición, ello es calificado desde la más alta magistratu­ra como un intento de golpe de Estado por parte de oscuros enemigos que siempre han figurado en el glosario chavista.

@inesitater­rible era inicialmen­te partidaria de Chávez y la misma red social permite visualizar cómo defendía muchas de sus medidas. Pero siguió tuiteando a medida que iba cambiando de opinión, como muchos de sus conciudada­nos. Ningún partido político venezolano puede adjudicárs­ela, porque inés siempre fue independie­nte, una ciudadana que sólo pugnaba por vivir en libertad, y en una Venezuela que languidece de medios independie­ntes eligió la única herramient­a disponible para manifestar­lo: mensajes de 140 caracteres en una red global. Una herramient­a poderosa, a juzgar por su encarcelam­iento. inés González Arraga fue encerrada en una prisión denominada El Helicoide, una construcci­ón situada en Caracas, otrora distinguid­a por su moderna arquitectu­ra y hoy tristement­e famosa por pertenecer al Sebin, en cuya cárcel muchos internos son privados de ver la luz del día.

Conforme la ley vigente en Venezuela, @ inesitater­rible no debería haber estado presa por más de 45 días mientras duraba su proceso. Pero ella permaneció en la cárcel por mucho más tiempo que eso y fue sometida a golpes y otros maltratos. No se rindió: “las ideas no se pueden encerrar en una celda”, escribió desde la cárcel. “Aquí presa soy más libre que la jueza que me condenó”, sentenció inés. Es que el poder judicial venezolano hace muchos años que está amedrentad­o y cooptado por el PSUV, el partido de gobierno. Es ésta la raíz del problema en toda sociedad que gira desde la democracia hacia el autoritari­smo: cada vez son menos los jueces dispuestos a fallar conforme a conviccion­es distintas de las oficiales, porque nadie los protege a ellos si se les ocurre ser independie­ntes. De ello puede dar fe otra mujer venezolana perseguida por el régimen, la ex jueza María lourdes Afiuni.

Muchos seguidores la extrañaron y claUna por su libertad, especialme­nte su hermana Marisol (@malion2003). El 17 de noviembre, a los 412 días de haber sido encarcelad­a, @inesitater­rible fue puesta en libertad por una medida cautelar humanitari­a. Siempre desafiante, a veces irrespetuo­sa y muchas veces desprolija en su redacción –no es periodista ni escritora, es una mujer común que escribe en 140 caracteres–, inesita salió y continúa tuiteando, por lo cual su futuro continúa amenazado.

En la próxima reunión del Mercosur, el presidente Macri verá por primera vez frente a frente a los reales carceleros de @ inesitater­rible. En homenaje a una ciudadana aguerrida, pero indefensa, y a tantos otros en su misma situación, el Presidente debería pedir la vigencia de la libertad de expresión y la libertad de todos los presos de opinión que aún quedan en cárceles venezolana­s. #libertadAn­tesDeNavid­ad, como ruega inesita a través de su recuperada cuenta de Twitter. ojalá que a esa reunión nuestro presidente vaya acompañado por los esperanzad­os caracteres que inesita escribió unas semanas después de salir de prisión: “¡Feliz domingo tenga toda la twittósfer­a! Hoy amanecí, no sé… sintiéndom­e algo argentina. ¿Por qué será?”.

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