Flexibilizan el embargo a Cuba
Días antes de la visita de Obama a la isla, anuncian medidas.
NUEVA YORK.– Pocos días antes de la histórica visita de Barack Obama a Cuba, Estados Unidos anunció una amplia flexibilización del embargo económico que pesa sobre la isla, en otra fuerte señal de acercamiento de Washington a la Habana.
El Tesoro y el Departamento de Comercio – las agencias federales que tienen a su cargo la implementación del embargo– flexibilizaron las restricciones para visitar la isla y realizar actividades comerciales y autorizaron transacciones a través de instituciones financieras norteamericanas y el cobro de ingresos para atletas, artistas y otras personas con visas en Estados Unidos, siempre y cuando no paguen impuestos al gobierno cubano.
los cambios – los más significativos desde el descongelamiento bilateral de fines de 2014– apuntan a impulsar la actividad económica en Cuba y el intercambio financiero, turístico, deportivo y cultural con Estados Unidos. la decisión perfora aún más el embargo económico, una política heredada de la Guerra Fría que Obama ha dicho en reiteradas ocasiones quiere eliminar. El Congreso, bajo control de los republicanos, se ha negado a hacerlo.
“la base de nuestra política es que al relajar estas restricciones estamos en mejores condiciones de involucrarnos con el pueblo cubano, para apoyarlo y para construir puentes entre los dos países”, dijo Ben Rhodes, uno de los asesores más cercanos de Obama en política exterior, en una conferencia telefónica con periodistas. “Esto responde al interés nacional de Estados Unidos”, agregó.
Esta semana, en una entrevista con la señal en español de la cadena CNN, Obama dijo que no esperaba cambios rápidos en Cuba y se mostró confiado en que el próximo presidente ( o presidenta) firmará
el fin del embargo económico, una decisión que sí o sí debe tomar, primero, el Congreso. Obama ha hecho uso de sus facultades ejecutivas para relajar las restricciones, o, en la jerga popular, “hacerle agujeros al bloqueo”.
Uno de los principales cambios es en turismo. Aunque los viajeros se las ingeniaban para encontrar la forma de llegar a Cuba, la Casa Blanca decidió facilitar las visitas al permitir viajes educativos “persona a persona”, siempre y cuando el viajero “se involucre en actividades de intercambio educativo destinadas a mejorar el contacto con el pueblo cubano, respaldar la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano de las autoridades cubanas”, según reza el comunicado del Tesoro.
Antes, el gobierno norteamericano sólo permitía esos viajes a través de una organización y obligaba a los viajeros a ir con un representante de esa organización.
Estos cambios, junto con el permiso para que haya vuelos regulares entre Estados Unidos y la Habana, redundarán en un incremento del turismo en la isla, donde, por ejemplo, ya han comenzado a funcionar servicios como Airbnb, el sitio de Internet a través del cual se pueden alquilar casas particulares para hospedarse.
Aerolíneas como JetBlue ya operan vuelos chárteres a la isla, y Kayak, el sitio para comprar pasajes más popular, habilitó desde hace tiempo la compra de billetes a la Habana.
“Es lo más parecido a crear un vuelo directo”, dijo a la agencia AP Tom Popper, presidente de insightCuba, una de las empresas más grandes que organizan viajes de Estados Unidos a Cuba.
“El mensaje para la mayoría de los estadounidenses de que las restricciones de viaje realmente se han relajado se verá con más claridad. Creo que vamos a ver otra oleada de personas interesadas”, agregó Popper.
Además, gracias a los nuevos cambios, pronto los jugadores de béisbol cubanos comenzarán a poblar las formaciones de los equipos de las grandes ligas, donde desde hace ya años deslumbran los atletas de otra isla del Caribe, República Dominicana.
Estados Unidos también eliminó la prohibición que pesaba sobre Cuba para acceder al sistema bancario internacional.
Este impedimento, para recibir o hacer pagos internacionales, incluso si requerían pasar momentáneamente por el sistema bancario norteamericano, había paralizado la capacidad de la isla para comerciar con terceros países y se había convertido en un obstáculo importante en el intento de Estados Unidos de normalizar sus relaciones con el gobierno de la Habana.