El massismo y el PJ disidente aseguraron el quórum
Los aportes de ambos sectores fueron decisivos para garantizar el inicio de la sesión; Macri se mostró optimista
Eran las 12.24 cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, anunció que se había conseguido el quórum, con 147 legisladores, 18 más que los 129 requeridos. La postal de mediodía que regalaba el recinto era una radiografía fidedigna del nuevo mapa político de la Cámara baja: el oficialismo es capaz de reunir mayoría, pero sólo con el respaldo de un sector de la oposición, el espacio que ayer demostró que está dispuesto a colaborar con el Gobierno.
Los 36 diputados del interbloque UNA y los 17 del Bloque Justicialista fueron determinantes para habilitar el inicio de la sesión. También los seis del Frente Cívico de Santiago, cuatro del Partido Socialista, cuatro de Juntos por Argentina ( de Darío Giustozzi) y tres de Compromiso Federal ( de San Luis). Margarita Stolbizer, de GEN, llegó tarde, pero anticipó su respaldo.
En esos sectores va a tener que apoyarse el Gobierno para encarar las batallas legislativas de lo que resta del año. Todos tienen algo en común: últimos 12 años mediante, están enojados y mucho más lejos del kirchnerismo que de Cambiemos.
En tanto, en declaraciones radiales, el presidente Mauricio Macri se mostró confiado en la marcha de la iniciativa. “Las cosas van a evolucionar bien en el Congreso, esto – el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo– se va a aprobar permitiendo abrir una puerta hacia el desarrollo”, dijo el jefe de Estado a una radio de Rosario.
“Soy muy optimista, veo una enorme racionalidad en el sistema político, muchos dirigentes de la oposición, especialmente el peronismo, representan otra generación y quieren estar con una Argentina del siglo XXI”, dijo el mandatario.
El arranque del debate en la Cámara baja también expuso la frágil unidad que logró mantener el Frente para la Victoria ( FPV), eso sí, luego de perder 14 miembros en enero. Ninguno de los diputados que si- guen en el bloque dio quórum, todo un triunfo para el jefe de la bancada, Héctor Recalde. Pero la incertidumbre se mantuvo hasta el último momento. Antes de que empezara la sesión, los legisladores por Entre Ríos merodearon por el recinto. Ninguno se sentó. Todos prometieron votar en contra.
Para dejar expuesto el cambio en la correlación de fuerzas, el oficialismo no dejó de lado las cuestiones simbólicas. Por primera vez, el frente Cambiemos se sentó en el ala izquierda del hemiciclo, el sitio que hasta el 10 de diciembre pasado ocupaba el FPV.
La hilera de bancas más importante, donde se sienta el jefe del interbloque, el radical Mario Negri, dio una primera aproximación de quiénes serán las principales espadas de Cambiemos en la Cámara baja. Junto a él se sentaron Nicolás Massot, Silvia Lospennato, Fernando Sánchez, Jorge D’Agostino, Pablo Tonelli, Patricia Giménez y Miguel Bazze. Elisa Carrió se quedó en la fila más cercana al estrado de la presidencia, con Alicia Terada.
Tres sectores
La distribución de espacios evidenció los tres tercios en los que se divide hoy la Cámara baja. En el ala derecha, Recalde tuvo sentado a su derecha a Máximo Kirchner y a su izquierda al formoseño Luis Basterra, vicepresidente del bloque. En esa misma hilera se sentaron Carlos Kunkel, José Luis Gioja, el sanjuanino Héctor Tomas, Juan Cabandié y Sandra Mendoza. Axel Kicillof quedó más abajo y el “Cuervo” Andrés Larroque, bien arriba, mezclado entre la multitud.
En el centro del recinto, como para separar a las dos alas más enfrentadas, quedó el resto del mundo. En las bancas de arriba, el frente UNA. Sergio Massa se ubicó al lado de Graciela Camaño, su dirigente de mayor confianza. El Bloque Justicialista ocupó las butacas de abajo. Diego Bossio quedó al lado del petrolero Alberto Roberti, un ex massista. Los progresistas se ubicaron en el medio y el FIT en la fila más alta.