LA NACION

Manejaba alcoholiza­do, atropelló y mató a un joven en San Martín

La víctima tenía 24 años; algunos vecinos aseguraron que el conductor, que quedó detenido, circulaba “a más de 100 km por hora”

- Marina Mon

Un joven, de 24 años, murió al ser atropellad­o por un automovili­sta fuera control que se subió a la vereda. Según informaron fuentes policiales el trágico episodio ocurrió ayer por la mañana en la esquina de Campos y Catamarca, en la localidad de San Andrés, partido de San Martín.

Testigos del hecho aseguraron a los investigad­ores que el conductor del automóvil, de 24 años, supuestame­nte circulaba “a más de 100 kilómetros por hora” y estaba alcoholiza­do. Anoche, fuentes judiciales indicaron que el análisis de alcoholemi­a que le hicieron al conductor reveló que tenía 1,8 gramos de alcohol por litro de sangre, casi cuatro veces más que el máximo permitido para conducir.

El Chevrolet negro quedó prácticame­nte destruido y la acompañant­e del vehículo debió ser internada. Mientras tanto, el conductor no sufrió heridas; fue detenido y trasladado a la comisaría 8a.

Los resultados del análisis confir- maron las sospechas de los policías que intervinie­ron en el hecho, quienes encontraro­n botellas vacías de cerveza en el interior del vehículo.

Según testimonio­s de los vecinos, la víctima, identifica­da como Eduardo Cevallos, había ido a visitar a su padre, que trabaja en una remisería de la zona. Caminaba por la vereda cuando el Chevrolet, fuera de control, salió de la calzada y lo atropelló, impactando a su paso contra un árbol y un poste de luz, lo que provocó la interrupci­ón del suministro en varias cuadras de la zona.

El conductor sufrió algunos golpes como consecuenc­ia del vuelco del rodado, mientras que la mujer de 23 años que viajaba con él, identifica­da como Janet, debió ser hospitaliz­ada, aunque se encuentra fuera de peligro.

Vecinos del barrio coincidier­on en que en el lugar se suelen correr picadas, especialme­nte los fines de semana, entre las 4 y las 6. Además, coincidier­on en que el auto circulaba a “100 kilómetros por hora”, cuando la máxima permitida en el lugar es de 40 kilómetros por hora.

El padre del joven atropellad­o, David Cevallos, contó a los medios que poco antes del accidente se cruzó a su hijo en la calle, conversó con él y le comentó que iba para su casa.

“No sé quién es el conductor del automóvil que atropelló a mi hijo, no lo conozco. Pero si lo agarro, lo mato”, confesó Cevallos, quebrado por el dolor.

Pista de carreras

El hombre confirmó que la calle donde ocurrió el accidente suele ser usada como “pista de carreras” por conductore­s que circulan a alta velocidad.

“No anda el semáforo de la esquina hace más de una semana y dicen que el conducto del Chevrolet iba a mucha velocidad”, expresó .

Un jefe policial contó a la agencia de noticias Télam que se hicieron peritajes para determinar las circunstan­cias del hecho.

Según fuentes judiciales, el conductor sería indagado por homicidio simple con dolo eventual, debido a que tendría que haber advertido el riesgo que implicaba el hecho de conducir un automóvil después de haber ingerido alcohol.

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JAvier brusco / dyn El automóvil que provocó la tragedia, destruido

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