Entrenarse como Frank Underwood ya es posible
El equipo para hacer ejercicios se hizo famoso porque en la serie House of Cards lo utiliza el protagonista mientras piensa estrategias políticas
Cada que vez que Frank Underwood tiene una situación delicada habla con el simulador de remo. No con la almohada, como ocurriría con el resto de lo mortales. Underwood, el presidente de los Estados Unidos en la hiperexitosa serie de Netflix House of Cards, posee pocos pasatiempos: cranear movimientos perversos para aumentar su poder, jugar a la Play ( cada vez menos), diseñar sus propios campos de batalla con soldaditos ( algo que dejó de practicar en las últimas temporadas) y hacer ejercicio con un simulador de remo al que acude cuando las papas queman. Este equipo de marca WaterRower que está “pensado especialmente para las personas que quieren mejorar rápidamente su condición física y bajar de peso”, según dice la gacetilla de prensa, ya está en la Argentina y cuesta 41.500 pesos ( www. waterrower. com. ar).
El aparato parece sencillo: un simulador de remo con un sistema llamado “waterFlywheel” que replica de manera muy precisa la dinámica de la práctica de remo acuático. Incluso cuenta con la posibilidad de simular tanto las aguas apacibles de las lagunas como las condiciones de mayor esfuerzo de los ríos o el mar abierto. “La máquina provee una remada uniforme y autorregulada. La práctica de remo ha sido reconocida como el perfecto ejercicio aeróbico, ya que hace trabajar más del 84% de la masa muscular, más que cualquier otro ejercicio. En forma paralela se recluta a todos los grupos musculares principales para lograr maximizar la ganancia y reducir el tiempo necesario para un entrenamiento completo”, sostiene el comunicado de WaterRower.
Seamos realistas: este equipo no sería muy novedoso si no fuera porque Underwood ( interpretado por Kevin Spacey) siempre lo tiene como su acompañante fiel en los momentos más delicados de su ascenso rampante en el poder. El simulador de remo estuvo cuando era un oscuro senador demócrata de un estado del Sur merodeando los pasillos de Washington hasta las instancias de la última temporada donde pelea por su reelección en la presidencia al mismo tiempo que hace malabares con sus relaciones exteriores con Rusia. House of Cards es la serie de ficción que mejor ha intentado mostrar los entretelones de la actualidad política en los Estados Unidos, pero que tranquilamente podrían replicarse en cualquier país donde exista la división de poderes. Aunque el detalle del simulador de remo podría interpre- tarse como “menor”, lo cierto es que en la subtrama de House of Cards se hace fuerte: los hábitos, la vestimenta, lo que consumen los protagonistas y la relación de vínculos que enlaza a los personajes principales. “En la famosa serie House of Cards, Frank Underwood, el personaje de Kevin Spacey, elabora sus estrategias más escabrosas mientras realiza entrena- mientos nocturnos en su máquina de remo en el sótano de su casa de Washington DC”, anuncia la gacetilla de prensa de WaterRower como estrategia de venta.
Consultado sobre cómo funciona este equipo de entrenamiento, Charly Chagas ( quien trajo el aparato) descarta que estimule la elaboración de “estrategias escabrosas” como le sucede a Underwood en la serie según informa la agencia de prensa argentina, pero asegura que es el ejercicio aeróbico más completo. “El nombre técnico es remo ergómetro, pero nosotros lo conocemos como simulador de remo. Son equipos que existen desde hace mucho y que ahora están en la Argentina. Los usaban personas que entrenan remo cuando las condiciones climáticas no les permiten hacerlo en el exterior. Es más completo que hacer cinta o bicicleta porque involucra al 84% de los músculos del cuerpo y no hay impacto, con lo cual es apto para todo público”, explica Chagas.
Para quienes no vieron la serie y les da fiaca fijarse en Google, el WaterRower tiene un monorriel o guía con un asiento que se mueve para adelante y para atrás igual que en el movimiento del remo acuático. En el extremo delantero, el equipo posee una especie de rueda cargada con agua que se mueve con las poleas de los remos y que ejerce el mismo principio físico del deporte real. El aparato, construido en madera y aluminio, mide 2,10 metros de largo por 60 centímetros de ancho y cuando no se usa puede pararse contra la pared.
“Cuanto más rápido, más pesado. El agua genera más resistencia: es una actividad de autorregulación”, sostiene Chagas, especialista en actividad física. Y agrega: “No tiene ninguna contraindicación y la persona fortalece los músculos de la espalda y el abdomen al mismo tiempo que entrena el sistema cardiovascular. Además, el ruido del agua calma mucho la cabeza y es una actividad que te permite olvidarte y concentrarte en otras cosas mientras la practicás”. Underwood podría dar fe.