Prevén una rentabilidad ajustada tras la cosecha 2015/ 2016
“Salimos del infierno, pero estamos lejos del paraíso”, ilustra un agricultor que agradece las últimas medidas gubernamentales que permitieron evitar su quiebra. No obstante, en el horizonte observa condicionantes que afectan la rentabilidad por obtener en la campaña de granos gruesos 2015/ 16.
El primero está constituido, obviamente, por los bajos precios internacionales de las commodities, que están planchados desde hace varios años y no muestran atisbos de recuperación. Este factor hace caer a plomo la ecuación del ingreso agrícola, que surge de multiplicar la cantidad cosechada por el precio actual.
El segundo condicionante es la evolución irregular de los cultivos. “Hay fuertes pérdidas de rendimiento por inundaciones en primavera, seguidas de escasez de lluvias en verano en muchas zonas. En otras, siguen los excesos hídricos y también hubo granizadas fuertes en varias localidades como Vicuña Mackenna por ejemplo”, observa un asesor que trabaja en esa región.
En estos días, la conversación más frecuente entre productores está vinculada a las pérdidas sufridas respecto de lo sembrado. En muchos campos llegan al 1520 por ciento entre lo que se perdió por cultivos totalmente inundados y lo que se perderá por menor rendimiento provocado por anoxia radical en las borduras de la zona anegada.
Además, a las pérdidas climáticas hay que sumarle de reducción del rinde por menor nivel tecnológico de los cultivos 2015/ 16. “Debemos recordar que la campaña actual arrancó en un momento con muchas incertidumbres y restricciones en la comercialización de granos, por lo que se redujo la dosis de fertilización nitrogenada en maíz y muchas sojas se sembraron sin agregado de fósforo; todo eso se paga en la cosecha”, destaca el profesional.
El tercer factor que condiciona la rentabilidad de la campaña agrícola fue la modalidad de financiación. Los resultados del productor que retiró los insumos a pagar con un cheque posdatado y una tasa en pesos, cuyo importe fue “licuado” por el aumento del valor de los granos y por la modificación del tipo de cambio y las retenciones, fueron mucho mejores de los que se endeudaron en producto y deben pagar su valor en dólares al precio actual.
El resultado de esos tres factores considerados es que los productores cosecharán y no nadarán en la abundancia porque, además, muchos tienen que cancelar deudas de dos campañas anteriores con una moneda de pago floja por la caída del precio de los commodities. “De lo que vaya a cosechar, ya tengo el tengo el 40% comprometido con los proveedores”, calcula un productor de Vedia. Si se pagan todas las deudas de arrastre, a muchos productores les quedará muy poco para sembrar la campaña 2016/ 17.
Por otro lado, en la campaña 2016/ 17 va a ser difícil afrontar los gastos de implantación de los cultivos porque muchos servicios ya se están deslizando hacia valores más altos, para compensar la inflación, el aumento de los combustibles y de los gastos de vida. “Con las medidas gubernamentales de principios de año nos revivieron, nos dieron la posibilidad de empezar a trabajar de nuevo, pero no tenemos que ilusionarnos de más mientras se mantenga la chatura de precios internacionales y siga la inflación en la economía argentina” proyecta un empresario de Henderson.