A los mellizos les gusta el básquetbol
SAN ANTONIO ( De un enviado especial).– Modificaron su vida. Dante, Nicola y Luca rompieron sus estructuras y le permitieron hacer un cambio radical. Juegos, disfraces, canciones son parte de la rutina de Manu Ginóbili con sus hijos. Hasta tienen una habitación exclusivamente para divertirse, en su casa en The Dominion, donde vive el bahiense aquí. La pasión por los animales, los insectos y la astronomía son algunas de las herencias trasladadas. Pero desde hace un tiempo parece que el gusto por el básquetbol está floreciendo entre los mellizos.
– ¿ Ahora compartís el básquetbol con Dante y con Nicola?
– Sí, de a poquito empezó a surgir, de la nada. La única influencia que traté de generar es tener un arito con una pelota en mi casa. Lo que pasa es que lo ven todos los días y se ve que lentamente les fue pegando. Y también ayudó que comenzaron a conocer los números. Eso ayudó a que se interesaran por saber por cuánto ganamos o por cuánto perdemos. Y una cosa llevó a la otra y se les pegó bastante. Así que cada tanto van a garaje, tiran un poco, preguntan cosas. Están los dos copados con Kawhi, consultan cuántos puntos hizo y dicen “hizo un dunk” [ volcó el balón], porque hablan una mezcla de español y de inglés. Y quieren saber cuántos triples metió. Y cuántos puntos hizo LaMarcus [ Aldridge]... Hace unos días, les “presenté” a Jordan. Ellos quería saber por qué estaban sus zapatillas y qué había hecho. Ahora escuchan, y si lo hacen, invita a contar más. Así que está buenísimo.
– ¿ Alguno maneja la zurda?
– No, ninguno de los tres, parece. Los tres bien derechitos. Eso, evidentemente, no se transmitió.