El Quijote en el teatro cantado
En enero, Jesús ruiz mantilla escribía en el País que los británicos se vuelcan en la celebración del cuarto centenario de la muerte de Shakespeare, mientras que en españa no se habían presentado los fastos del autor de El Qui
jote. es que 2016 marca los cuatro siglos de la muerte de miguel de Cervantes, ocurrida el 22 de abril de 1616, mientras Shakespeare habría fallecido entre el 23 de abril y el 3 de mayo de ese año, aunque la leyenda estima que ambos murieron el 23 de abril. ¿ Por qué no aceptarlo?
Como es imposible abarcar, ni siquiera lo principal de las obras de estos dos autores en relación con la música, al menos destacamos hasta el momento, en ediciones anteriores, una media docena de títulos fundamentales de Shakespeare que han dejado obras maestras en el repertorio musical de la lírica. en cuanto a Cervantes, el Quijote, su obra cumbre, ha inspirado en varios países un centenar de obras pertenecientes a una gran diversidad de géneros y sub- géneros operísticos, sean ópera seria, ópera bufa, intermezzi, grand- opéra, comedia heroica, opéra- comique, opereta, ópera de cámara o para niños…
allá están Purcell, Conti, rameau, Caldara, Telemann, el padre martini, Piccini, Paisiello, Salieri, donizetti, mercadante, mendelssohn, massenet, Falla, Henzer y, entre tantos más, Cristóbal Halffter, José Luis Turina, Tomás marco y mauricio Sotelo. Son obras que abarcan la totalidad de la novela, de forma sintética, o se centran en el personaje de don Quijote, en Sancho Panza o en algunos de los episodios. Un caso curioso lo constituye Don Quisciotte
in Venezia, intermezzo de Giovanni Giay escrito durante 1748 y 1752, en el que don Quijote vive las aventuras correspondientes a los episodios del encantamiento de dulcinea y del retablo de maese Pedro en Venecia, durante Carnaval.
dentro de aquel lapso tan amplio destacaremos The comical history of
Don Quixote ( 1694- 1695) de Henry Purcell; la tragicomedia Don Quis
ciotte in Serra Morena, de Francesco bartolomeo Conti, que se estrenó en Viena en 1719 y que constituye una sátira de la ópera seria; la ópera bufa de Niccoló Piccini Don Quischotte, estrenada en Nápoles en 1770; el divertimento teatral, Don Quischotte alle nozze di Gamace de Antonio Salieri ( Viena 1771); la ópera en dos actos
Don Chisciotte de manuel García estrenada en New York en 1826 y la tragicomedia en tres actos Don Quixote ( 1897) del austríaco Wilhelm Kienze, obra de sonoridades wagnerianas en la que se ponen de relieve los aspectos trágicos de don Quijote.
Pero los estudiosos coinciden en general en aceptar que el mejor período de recreación operística del Quijote es el siglo XX, en el que los compositores tratan los episodios y a los protagonistas de manera más imaginativa y distanciada, y en algunos casos – lo dice Ivan Nommick en su estudio El Quijote en la ópera
incorporan numerosos elementos musicales intertextuales, tales como esquemas formales, técnicos o materiales temáticos pertenecientes al pasado e incluso, cantos judíos”.