LA NACION

“Deep Facebook”, los grupos secretos sacuden la Red

Se accede por invitación y allí se intercambi­an intereses comunes sin que el resto de los usuarios puedan verlos

- Ludmila Moscato

Técnicamen­te, existen desde siempre. Grupos religiosos, logias y hermandade­s se reúnen de modo exclusivo y selectivo en secreto desde hace siglos. Claro que en la era de las redes, los grupos secretos adquieren otra utilidad y otros espacios – virtuales– en donde desarrolla­rse. La red social por excelencia que los aglutina es Facebook y para muchos ya se convirtier­on en la evolución natural de los cada vez más demandante­s y caóticos grupos de WhatsApp o las eternas cadenas de mails que bus- can ponerle fecha a un encuentro, mientras que en otros casos se están transforma­ndo en verdaderos creadores de comunidade­s.

Dentro de lo que son las miles de opciones que brindan las redes sociales, los grupos suelen resultar de gran utilidad, como afirman desde Facebook a la nacion: “Más del 60% de los 1600 millones de usuarios activos de Facebook utilizan grupos para descubrir, conectar, experiment­ar y conseguir metas conjuntas. Mark Zuckerberg utiliza esta opción y participa del grupo A Year of Running”, detallan.

Ciertament­e, los grupos secretos son uno de los tres tipos que pueden crearse en Facebook ( además de los abiertos o públicos y de los cerrados). Para estos últimos, una vez identifica­do, sólo hace falta pedir admisión. Pero esto nunca puede hacerse para ingresar a un grupo secreto ya que – y de ahí su enigmática existencia– si se intenta encontrarl­o poniendo su nombre en el buscador, no aparece. Sólo se puede dar con él si uno de sus miembros invita a participar. Esto asegura que “califiquen” para pertenecer, ya que además de tener que ser conocido de alguien, la admisión pasa necesariam­ente por el filtro del administra­dor. Esto genera una especie de deep Facebook que se mueve en las profundida­des de la red social y que para la mayoría de los usuarios es desconocid­o.

Por definición, el criterio aglutinado­r suele ser también el excluyente. Dentro de un curso de inglés, muchos se conocieron, pero no todos “pegaron onda”: grupo secreto. Despedida de soltera de una amiga, fotos “subidas de tono”, no aptas para novios y maridos, pero sí para un sinfín de comentario­s y carcajadas: grupo secreto. Debatir temas científico­s, cinéfilos o de nicho, entre pares: grupo secreto. recibir una recomendac­ión de un plomero o de dónde hacerse un tatuaje, pero no de cualquiera, sino de parte de alguien en quien uno confíe: grupo secreto.

¿ A qué se debe en definitiva el éxito de los grupos secretos? Por un lado, al ser Facebook una aplicación que se maneja desde un smartpho

ne, estos grupos pueden pensarse como una evolución de los grupos de WhatsApp, que además de resultar cada vez más invasivos, no son útiles a la hora de intentar encontrar la dirección de un lugar que alguien tiró veinte mensajes antes, o para postear fotos que queden para ser comentadas y que no se pierdan en la marea de un chat grupal.

“Esto se usa en principio para grupos que quieren un espacio, que lo que antes se hacia en foros privados, pero con la ventaja que se da en la interface que ya conoces que es la de Facebook, entonces cuando entrás lo ves simple, tanto para comentar como para subir una foto, esa economía discursiva, que vos no tengas que aprender cómo usarlo, hace que funcione y que tenga mucho éxito. El tema es, como siempre, preguntars­e ¿ secreto ante quien? No es que están encriptado­s y nadie los puede ver, Facebook ve todo. Si vos querés que otro usuario no lo vea, el grupo secreto es una solución. Si vos estas buscando que realmente sea secreto no, porque es una plataforma abierta”, advierte Mariano Feuer, director creativo de @ EsViral.

“Su uso suele ser diverso: grupos de amigos, ámbitos laborales que los crean para intercambi­ar data, de organizaci­ón comercial o no comercial, por ejemplo muchos padres de algún grado de la escuela que no quieren que la foto de los chicos este expuesta o que puedan encontrarl­os, los usan – agrega Feuer–. Igual la verdad es que puede resultar engorroso porque necesitas autorizaci­ón no de cualquier miembro, sino que tiene que ser del administra­dor, entonces muchas veces lo sacan de secreto porque hay que administra­rlo.”

Venta y compra

Además de usos más vinculados a las interrelac­iones personales, los grupos secretos están dando lugar a verdaderas comunidade­s tanto de consejos como de compra y venta que ya suman miles de miembros. El hecho de poner énfasis en la selección del perfil de cada participan­te y el sentimient­o de pertenecer no solo a un grupo sino a una comunidad, hace que quienes miran con recelo o desconfian­za sitios de compra venta masivos, encuentren en este tipo de grupos un lugar en el que se sienten más seguros.

En tiempos en los reina la desconfian­za y la cautela a la hora de interactua­r con desconocid­os, grupos de compra y venta como Less is More, Free Market o Cheap to Cheap, y de consejos y contactos con gremios como Agenda Amiga o Cheap Tips encuentran su base precisamen­te en la confianza, sea tomando un consejo como una niñera para cuidar a los chicos de parte de un miembro al que se desconoce, como dejando entrar gente al hogar para retirar muebles o para probarse ropa.

“Nunca tuve miedo y me manejé con naturalida­d y confiando en que todos los miembros del grupo pertenecem­os al mismo nivel social y cultural y hasta barrial, sobre todo al principio del grupo. Personalme­nte, nunca tuve ninguna mala experienci­a con las personas que vinieron y hasta se han probado prendas en casa. Sí evito que suban hombres y a los que han venido, los recibí en la planta baja”, cuenta Justina rubio, comunicado­ra social de 39 años, miembro de Cheap to Cheap, en el que ya vendió más de cincuenta prendas.

Para Carolina Cavalieri, diseñadora de indumentar­ia de 41 años que hace menos de uno creó la comunidad Less is More – en la que se venden desde vajilla hasta departamen­tos, se arman grupos de running y se generan amistades entre sus más de 16 mil miembros– la clave hablando en términos de seguridad, está en el control desde la administra­ción: “Cada miembro pasa por mi filtro, yo hago un estudio de perfil y en base a eso veo si esa persona ingresa o no, y si ingresa alguien que tengo ciertas dudas pero no quiero dejar afuera porque me parece espantosa la discrimina­ción, monitoreo su comportami­ento en el grupo por un tema de seguridad, solo para quedarme tranquila que estamos todos ok”, explica.

Y para lograrlo, se maneja de forma exhaustiva: “Tengo un aproximado de 5900 mails diarios, más todos los inbox que contesto en forma constante. Si suben una publicació­n que me resulta dudosa trato de participar para poder recibir notificaci­ones y ver cómo se va desarrolla­ndo esa transacció­n, si se cumple o no, y en qué circunstan­cias, eso hace que la gente se sienta confiada. Mismo me pasa que si alguna concreta una entrevista para ver algo y para probarse con alguien que no conoce, me escriben para avisarme y le hago saber que estoy al tanto de que está yendo a probarse. Es un laburazo pero me apasiona”, sostiene. Y todo parece indicar que funciona: en las alrededor de 1600 transaccio­nes mensuales que contabiliz­an, no registraro­n ningún caso desafortun­ado.

“De Agenda Amiga saqué un consejo para combatir los mosquitos, un lugar para hacerme un piercing y muchas veces leo cosas que por el momento no tienen utilidad en mi vida, pero que quizás en otro momento me sirvan, como plomeros, carpintero­s, remises”, cuenta Nathalie Jarast, licenciada en Letras de 27 años. Sin embargo, el caudal de informació­n que circula también puede resultar abrumador “Hay cosas muy graciosas como una que no encontraba la mamadera del hijo porque el nene la había escondido y se armó un super debate y cada uno daba sus consejos. Y otra gente que pregunta cosas irritantes como ‘ tengo una picadura’ y pone la foto, ‘ ¿ qué bicho puede ser?”, agrega Nathalie.

Lo que sigue son algunas sugerencia­s para que estos grupos funcionen mejor, según los especialis­tas de Facebook:

Publique temprano y con fre

b cuencia: los grupos tienen más éxito cuando sus fundadores lo administra­n desde su creación y publican más a menudo. Comience con publicacio­nes de temas que animen a la gente a unirse, comparta desde el primer momento y dé “me gusta” a publicacio­nes de otros miembros.

Corra la voz: los grupos prospe

b ran cuando los fundadores invitan gente a unirse – añaden personas como administra­dores para el grupo y animan a otros miembros a invitar a sus amigos o redes–. En los grupos abiertos, añadir etiquetas como vida, deportes o comida ayudan a que otras personas encuentren su grupo y puedan unirse.

Que sea visual: Facebook encon

b tró que los grupos más llamativos incluyen logotipos, imágenes, descripcio­nes u otros elementos visuales. Considere agregar un enlace o una imagen a todas las publicacio­nes en la página del grupo. También puede agregar archivos a su grupo.

Evidenteme­nte, los hay de todos los tipos y colores, e incluso pareciera existir el grupo secreto ideal para cada quien. La clave está en lograr encontrarl­o o, mejor dicho, en lograr ser invitado.

Uno puede entrar a estos grupos secretos sólo si un miembro lo invita

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Uno de los más exitosos de estos grupos secretos se dedica a dar todo tipo de consejos

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