Jelinek. Un romance inventado, pero que tuvo corta vida
La Casa Rosada llegó a las páginas de espectáculos con un “romance” de farándula. No fue gracias a la lente de un paparazzi avezado ni a una filtración maliciosa. El rumor salió de las propias oficinas estatales. Un colaborador del equipo de comunicación del Gobierno se ocupó de llamar a distintas revistas y sitios de espectáculos la semana pasada y ofreció compartir algunas fotos que lo mostraban muy enamorado junto a Karina Jelinek (foto). Abrazado a la modelo y con los labios con rastros de rouge producto de supuestos besos, tildó “enviar” y la imagen llegó a manos de varios periodistas especializados. El objetivo era simple: levantar el perfil con las mujeres. Distintos medios se hicieron eco de la noticia, con títulos bomba. Pero la historia duró poco, porque poco tiempo después la propia Jelinek se encargó de desactivar la “operación” de prensa y desmintió cualquier tipo de relación a través de Twitter. “Sigo soltera y bien”, sentenció la modelo en la red social. El colaborador oficial, por su parte, se ganó un fuerte reto.