Halloween busca su lugar en el calendario local
La celebración de Halloween ya cruzó los límites de los barrios cerrados y los countries de la zona norte del Gran Buenos Aires e impulsada por las marcas de golosinas y snacks, está colonizando cada vez más hogares argentinos de clase media.
Claro que no se trata de un festejo al alcance de cualquier bolsillo. Una celebración lo más parecido a la que se ven en las películas de Hollywood o las series de Netflix –con caramelos, calabaza, máscara, alquiler de disfraz, ambientación y musicalización– implica un desembolso que parte de los 1069 pesos.
A simple vista continúa siendo muy grande la tentación de pensar que se trataría de una maniobra de marketing de las grandes multinacionales condenada al fracaso. Pero en un proceso de cambios culturales más amplio, la celebración de la Noche de Brujas se logró hacer su lugar en el calendario local, repitiendo lo que sucedió con las ofertas del Black Friday, el Día de los Enamorados o los festejos cerveceros de San Patricio.