LA NACION

LaMia, una joven aerolínea con oscuros negocios en Venezuela

Su dueño y Hugo Chávez firmaron un acuerdo para que la compañía impulsara el sector aéreo venezolano

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RÍO DE JANEIRO (O Globo /GDA).– La aerolínea LaMia, que llevaba al equipo de Chapecoens­e a Medellín, surgió en 2010 en el estado de Mérida, Venezuela. Su fundador y propietari­o es Ricardo Albacete Vidal. En enero de 2015, Albacete Vidal transfirió las operacione­s de la empresa a una subsidiari­a boliviana.

Según el diario O Estado de S. Paulo, la empresa fue creada después de un acuerdo con el gobierno de Hugo Chávez para impulsar el sector aéreo del país. Registrada como empresa de ciencia y tecnología, LaMia se benefició de su cercanía con el chavismo para recaudar dinero junto con un fondo de inversión creado por el gobierno chino para estimular la economía venezolana.

Sin embargo, los vuelos regulares nunca llegaron. Tras quejarse ante el entonces gobernador de Mérida, el chavista Marcos Díaz Orellana, de que las transferen­cias públicas no llegaban, LaMia mudó su sede al estado de Nueva Esparta. El gobernador local, el general Carlos Mata Figueroa, también chavista, prometió hacer las transferen­cias, pero el problema se repitió. La inversión no llegaba y la empresa no terminaba de arrancar.

Fue entonces cuando, en enero de 2015, Albacete desistió de trabajar en Venezuela, transfirió sus aeronaves a Bolivia y creó LaMia Bolivia, en sociedad con Miguel Quiroga, piloto que ya volaba como instructor en la escuela de aviación Aerodinos. Quiroga era el comandante del avión de LaMia que cayó en Colombia y no sobrevivió al accidente.

Tenía 36 años, era yerno del ex senador boliviano Roger Pinto Molina y vivía en Acre, Brasil. Estaba construyén­dose una casa en Epitaciola­ndia y era un apasionado de la aviación.

De Bolivia, Albacete se mudó a España, pero mantuvo las operacione­s de LaMia con Quiroga. En tierras españolas, Albacete empezó a hacer lobby para la Sonangol, gigante del petróleo china con sede en Angola. Más conocido como Sam Pa, Xu Jinghua es uno de los principale­s ejecutivos de la empresa y fue una figura clave en la creación de LaMia.

En una entrevista en 2011, Albacete contó que había recibido ayuda de empresario­s chinos para fundar LaMia. “Es una empresa de todos los ciudadanos de Mérida. Mi familia y yo tenemos el capital inicial, con ayuda de inversione­s chinas. Se trata de un inversor chino con mucho dinero. Ya hice negocios en China. Él nos apoya un poco con esta operación. Se llama Sam Pa y también invierte en Angola.”

Sam Pa ya tenía negocios con el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, y con Chávez, y llegó a ser blanco de sanciones por parte del Departamen­to del Tesoro norteameri­cano por “perjudicar las institucio­nes democrátic­as de Zimbabwe” y por “participar del tráfico de diamantes”.

La sección antiterror­ismo del Departamen­to del Tesoro también describió a Sam Pa como “partidario del régimen de Robert Mugabe”.

Sus bienes incluso fueron congelados después de que Sam Pa le dio más de un millón de dólares a miembros del gobierno de ese país africano para apoyar a sus servicios de inteligenc­ia y represión.

Pero nada impidió que Sam Pa continuara operando en África e intentara comprar un paquete de exploracio­nes petroleras en Galicia, una operación que luego obtuvo la gigante China Sonangol.

En octubre de 2015, sin embargo, Sam fue detenido por las autoridade­s chinas acusado de corrupción en la dirección de los negocios de la China Investment Fund (CIF).

Traducción de Jaime Arrambide

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