Las megaciudades formalizaron un acuerdo contra el cambio climático
Buenos Aires, México y Madrid, entre otras, apelan a medidas en conjunto para cumplir con el Acuerdo de París
El grupo de ciudades y megaciudades que luchan contra el cambio climático (C40) presentó en México un documento en el que establece las acciones necesarias para poder cumplir con el Acuerdo de París, que pretende frenar el aumento global de la temperatura debajo de 2ºC para fines de este siglo. La ciudad de Buenos Aires, que forma parte de este grupo, presentó su inventario de gases en el que mostró que la temperatura promedio en el distrito subió 1ºC desde 1960. Según el informe, llamado
Deadline 2020, para conseguir este objetivo “se necesitarán aproximadamente 375.000 millones de dólares para invertir en infraestructura baja en carbono en las ciudades C40 durante los próximos cuatro años, inversión que transformará y mejorará economías enteras mediante la creación de empleo, la mejora de infraestructura, de la salud pública y la calidad de vida”.
Las megaciudades del mundo deben actuar para alcanzar las emisiones máximas para 2020 y luego reducir a la mitad las emisiones de carbono de cada ciudadano en una década, pasando de un promedio de cinco toneladas de CO2e per cápita de hoy, a tres toneladas de CO2e per cápita para 2030.
“Si todas las ciudades de 100.000 personas o más actúan sobre las recomendaciones del informe, el mundo alcanzará el 40% de las reducciones de emisiones necesarias para evitar el cambio climático catastrófico”, indica el documento.
Las recomendaciones clave incluyen:
Acelerar la acción: 11.000 medidas ya están en marcha en las ciudades C40. Dentro de cuatro años, 14.000 acciones adicionales tendrán que estar en curso a través de estas ciudades, que van desde la planificación y las etapas piloto hasta las iniciativas completas transformadoras de toda la ciudad.
Enfoque en los sectores de tránsito y construcción: asegurar que el 54% esté en una escala transformadora en toda la ciudad para 2020 es fundamental para conseguir cero emisiones para 2050.
La planificación urbana inteligente puede marcar la diferencia: el desarrollo de ciudades compactas, conectadas y coordinadas permite ahorros significativos en emisiones indirectas y evita el estancamiento de altas emisiones de infraestructura ineficiente.
Las alianzas y la colaboración dentro de las ciudades serán fundamentales para cumplirlo, pero no son suficientes. Las ciudades deben trabajar más allá de las fronteras administrativas, colaborando con actores regionales y nacionales, más aún para asegurar que la infraestructura nacional e internacional que los abastece también se transforme para cumplir con los objetivos futuros.
En ese sentido, la ciudad de Buenos Aires presentó el informe en el que se destaca que se redujeron 460.000 tCO2eq por año con la concreción de 54 kilómetros de Metrobus, 11 kilómetros de vías preferenciales para colectivos, 160 kilómetros de ciclovías, 140.000 usuarios del sistema Ecobici, la expansión de la red de subtes en 5,28 kilómetros, la peatonalización del microcentro, las plantas de tratamiento de residuos y el recambio de los semáforos y las luminarias, entre otras medidas.También se compromete allí a reducir sus emisiones contaminantes en un 30% para 2030.
“Las ciudades están llevando el desafío climático, colaborando entre sí, trabajando juntos, creando una red por encima y más allá de las diferencias nacionales y culturales”, dijo la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, presidenta electa del C40. Y agregó: “Necesitamos atraer a los ciudadanos y al sector privado. Debemos llegar a los líderes de las finanzas globales, para unirse a nosotros en el cambio energético y ecológico hacia un mundo con clima seguro”.
En el seno de la cumbre también se anunció que París, México y Madrid prohibirán la circulación de automóviles con motores diesel para 2025. Además, estas megaciudades se comprometieron a incentivar el uso de vehículos alternativos y promover los desplazamientos a pie y las infraestructuras para bicicletas.
De acuerdo con la OMS, actualmente se producen 3 millones de muertes al año en todo el mundo relacionadas con la exposición a la contaminación atmosférica, y la mayoría de ellas ocurre en las ciudades.