Paran los petroleros en el Sur por dos días
Protestarán porque YPF dio de baja 33 equipos de producción
El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, realizará pasado mañana un paro de 48 horas como medida de fuerza tras la decisión de la petrolera estatal YPF de dar de baja 33 equipos de producción que estaban en suspensión o subutilizados en la cuenca neuquina. La empresa dijo que sostener los equipos parados le costó alredor de US$ 100 millones y que los 1700 empleados, pese a no realizar labores, seguían cobrando un sueldo promedio de 33.000 pesos brutos, tras acordar con el Gobierno un plan preventivo de crisis.
“Frente a los despidos que vienen produciendo desde ayer a todas las contratistas de YPF, hemos resuelto hacer un paro total de actividades a partir de las 8 horas del lunes en respuesta a este tipo de despidos, atropellos, lo que viene ocurriendo en los distintos yacimientos de YPF, que los han abandonado”, sostuvo el secretario general de la organización gremial y Senador Nacional de Neuquén, Guillermo Pereyra.
El dirigente petrolero expresó que la medida de YPF los tomó por sorpresa. “Nos llama poderosamente la atención que una empresa que tiene mayoría accionaria del Estado Nacional haya tomado este tipo de medidas que afecta directamente los derechos de los trabajadores, dejando tantas familias en la calle, sin trabajo y en el abismo”, dijo.
“No vamos a permanecer callados ni inactivos frente a estas cosas que están ocurriendo”, agregó. Al mismo tiempo, el titular del sindicato petrolero informó que pretenden que los trabajadores despedidos perciban un subsidio de 20.000 pesos por mes hasta que las empresas reactiven los equipos parados y mientras el gremio se compromete a mantenerles los aportes jubilatorios y de obra social.
La baja del precio del crudo afectó particularmente a YPF, que tiene previsto reducir las inversiones el próximo año. La empresa da por descontado que se terminará el barril criollo, con lo que deberá enfrentar su actividad a precios de mercado. De ser así, eso sacaría de juego a muchos de los yacimientos que operan en Neuquén y Río Negro.