Rossi le ganó el primer round a Werner por demolición
En la tanda inicial de clasificación en La Plata, para la carrera que define el título, el piloto de Del Viso fue 2º y el entrerriano resultó 11º
LA PLATA.– Un año atrás, el semblante de Matías Rossi era otro. Al igual que en esta temporada, llegó a la última fecha del calendario del campeonato de Turismo Carretera como puntero de la Copa de Oro, aventajando a Omar Gurí Martínez. Pero la sensación de derrota le carcomía la conciencia, tanto que después de la segunda clasificación expresó que la corona sería para el entrerriano. El resultado en la pista confirmó la presunción del piloto de Del Viso, que se conformó con pintar el N°2 en los laterales del Chevrolet que alista el Donto Racing. Ahora, en cambio, sin enseñar desbordes, la voz de Rossi es firme y la convicción por ser campeón de TC por segunda vez se plasma con las prestaciones del auto. El tiempo que marcó en el autódromo Roberto Mouras no le alcanzó para lograr la pole provisional, pero la diferencia con Facundo Ardusso (Dodge) fue ínfima, una centésima, y demostró que tiene el móvil para apoderarse de la corona como en 2014.
Las incógnitas que a Rossi se le presentaban antes de poner el auto en el asfalto se develaron en el primer entrenamiento, donde marcó el camino en los relojes. La satisfacción del piloto era la tranquilidad del equipo. “No probamos en todo el año en este circuito, pero lo pudimos interpretar. El objetivo final es muy bueno, estoy por delante de to- dos mis rivales. El auto tiene la contundencia de Trelew”, comentaba, después de la revisión técnica. Si se compara lo que realizó ayer con las estadísticas de la última carrera en el Sur, podría decirse que tiene el título al alcance de la mano: allí hizo la pole, ganó su serie y la competencia final, en la que marcó el récord de vuelta. ¿Por qué mira con mejores perspectivas lo de ayer, respecto al desenlace de 2015? “La performance del auto es muy similar a la que tuvimos cuando fuimos campeones. El año pasado, en cambio, clasificábamos muy bien, excepto acá, en la última del año, donde fuimos 22os, y después el auto se caía en el rendimiento”.
Para Rossi, el inicio irregular de la temporada quedó como un buen aprendizaje. Las roturas en los impulsores y algunos errores de conducción, algo extraño en él, resultados que empezó a revertir a partir de la victoria en Concordia, donde fue rotundo en las cifras: cosechó el máximo de puntos posibles. “Estamos haciendo una muy buena Copa de Oro. Si será excelente lo podré decir recién el domingo, después de la carrera. Más allá de lo que pueda suceder, interiormente siento que este año fui protagonista en el TC y en el Super TC2000, donde fui subcampeón. ¿Si espero ayuda de otros pilotos? Esas cosas no me nacen pedirlas. Escuché a [Guillermo] Ortelli decir que si no peleaba el título lo consideraría, pero no mucho más. Espero todo de mí, y obviamente que si me dan a elegir de que quede así la clasificación o que yo haga el mejor tiempo [serían 3 puntos más] y Werner sea segundo, me quedo con lo de hoy”.
Retrasado, en el 11° puesto, asomó Mariano Werner (Ford), siendo el tercer mejor auto de la marca, detrás de Martínez (7°) y Gianini (10°). “Es lo que tengo, hay que esperar. El Ford nunca fue muy doblador (sic) y el Chevrolet por lo recto va igual que nosotros. Estamos un pasito atrás en el reglamento, ya no asustamos a nadie”, se lamentaba el entrerriano, que paradójicamente ganó tres veces en el año y sumó otros seis podios. El primer día de actividad le dejó poco margen para la sonrisa y machacó las aspiraciones de alzar su primer título en TC. Hoy, desde las 16, tendrá el desquite, con la clasificación final, aunque el primer round lo obtuvo por demolición Rossi.