Una oportunidad para redescubrir la ciudad
Este fin de semana se llevará a cabo en Buenos Aires Open House, una iniciativa que permite recorrer edificios emblemáticos cerrados al público
Este fin de semana se lleva a cabo la cuarta edición de Open House Buenos Aires, un festival de arquitectura y urbanismo que invita a disfrutar de la historia y el interior de edificios emblemáticos de la ciudad que no suelen ser de acceso al público. Los amantes de la arquitectura y los curiosos que se animen a ver la ciudad con otros ojos tienen la oportunidad de recorrer sus íconos y descubrir tesoros urbanos escondidos.
Open House nació en Londres en 1992 y desde ese momento el concepto se instaló en más de treinta ciudades entre las que figuran Nueva York, Helsinski, Barcelona, Chicago, Roma y Lisboa. La propuesta llegó a Buenos Aires de la mano de la arquitecta Elisa Roca, quien luego de participar como voluntaria en la experiencia en Barcelona, propuso a un grupo de colegas formar el colectivo Cohabitar Urbano para llevarlo a cabo en la Argentina. “Este no es un evento orientado a arquitectos. El objetivo de nuestra organización es fomentar el vínculo entre la gente y su ciudad, queremos que el ciudadano común empiece a conocer su patrimonio, y creemos que esta es una forma de empezar a valorarlo más” , relata Santiago Chibán, uno de los miembros de Cohabitar.
Entre los espacios que se pueden recorrer hay algunos clásicos como el Teatro Colón, la Galería Güemes o la Biblioteca Nacional, y otros edificios de enorme valor histórico pero que no suelen figurar en los tours ni son abiertos al público: el Banco Hipotecario –ex Banco de Londres– diseñado por el arquitecto Clorindo Testa, el histórico edificio de renta “Bencich” en el barrio de San Nicolás, o la Casa Scout, en pleno Palermo.
Desde sus comienzos, el festival creció a la par del interés de los ciudadanos. En el primer año, la versión local de Open House contaba con sesenta edificios, en esta edición ya suman noventa. Entre las novedades que se estrenan este año están la Torre Espacial del Parque de la Ciudad en Villa Soldati. La misma mide doscientos metros de altura y es la construcción más alta del país. También se sumó la Cooperativa Vaya del arquitecto Fermín Bereterbide, el edificio de Bubble Studios y el Polo Científico Tecnológico, el espacio en donde funcionaban las Bodegas Giol). El panorama es amplio e incluye propuestas para todos los gustos.
Historia viva
El proceso de abrir puertas y sumar nuevos espacios, dice Chibán, es un trabajo “de hormiga” que a veces comienza simplemente tocando el timbre a los dueños para explicarles la idea y dialogar con ellos. “En general, las respuestas suelen ser entusiastas”, aclara.
Los criterios de selección de los edificios que participan se relacionan con su valor patrimonial, su historia o sus características arquitectónicas. Las propuestas pueden surgir desde Cohabitar o a través de diferentes espacios como la Sociedad Central de Arquitectos o el Colegio Profesional de Arquitectos de la Ciudad de Buenos Aires. La idea es que se incluyan desde edificios antiguos como la Manzana de las Luces, hasta otros más modernos como el nuevo edificio de la Casa de Gobierno de la Ciudad en el barrio de Parque Patricios. La consigna fundamental es que estén habitados o en uso y que tengan valor cultural.
El arquitecto Ramiro Zubeldía es uno de los propietarios que se prestan al juego. Abre las puertas del edificio de Bubble Studios, en Palermo, donde comparte estudio con la fotógrafa Gaby Herbstein. Cuenta que conocía acerca de Open House por sus ediciones anteriores y este año decidió ponerse en contacto con los organizadores para participar. “Este es un edificio con mucha vida interior. Desde su fachada no se puede ver, pero acá pasan muchas cosas: se hacen comerciales, películas, eventos y hay un gran potencial. Se generó hasta un espacio para sacar fotos abajo del agua. Me parece interesante que la gente pueda conocerlo”, extiende la invitación. Open House se financia a través de sponsors y sigue criterios de organización similares en todo el mundo. Se basa en tres pilares: los edificios y sus propietarios, los voluntarios, que este año suman más de quinientos, capacitados especialmente acerca de los edificios, y la participación ciudadana de quienes recorren.
El evento es gratis y tiene edificios de acceso libre entre los que se cuentan el ex edificio del diario La Prensa, el Centro Metropolitano de Diseño, el Museo de Arquitectura y Diseño o el Palacio Municipal, y otros que requieren inscripción previa porque tienen cupos limitados. Cada visitante hace su propio recorrido y en los edificios puede encontrarse con historiadores, o con los arquitectos responsables de los edificios, en el caso de las construcciones más nuevas.
La propuesta es que el diálogo surja de manera fluida entre todos los participantes y cada uno aporte su mirada. El conocimiento sobre la ciudad y sus edificios se va enriqueciendo a partir de las diferentes visiones en una dinámica de charla relajada entre vecinos.
Curiosidades
Entre las “perlitas” de esta edición, Chibán destaca el Banco Hipotecario, del arquitecto Clorindo Testa, no sólo por su valor arquitectónico, sino por el desafío que implicó lograr abrir un banco. Los casos de viviendas como el Edificio Mosconi o la Casa Mercedes tienen también un encanto especial porque permiten acceder a un mundo nuevo en arquitectura: el espacio privado del que sólo suelen gozar sus habitantes.
En base a los inscriptos y a experiencias anteriores, Chibán cuenta que entre los lugares más elegidos está el edificio Bencich, que este año, además, será el único con visita nocturna para disfrutar de la increíble vista que ofrece su terraza. El Palacio Barolo o el Teatro Colón, dos clásicos, son también muy populares. ¿Sólo para entendidos? Los ateliers para artistas de Antonio Bonet el arquitecto, urbanista y diseñador español, residente en el Río de la Plata durante la mayor parte de su vida; o la Casa Socut, diseñada por los arquitectos Buenos Aires Arquitectura Grupal (BAAG) en la que para proyectarla, los especialistas indagaron en las formas de habitar, de educar, de jugar y de organizarse que tienen este tipo de agrupaciones. En paralelo con este evento se desarrollarán cuatro actividades que van de la mano de Open House y fomentan la participación. La iniciativa Open Foto que invita a conectar con la ciudad desde sus imágenes. Open Muro en la que los muros de Buenos Aires se revalorizan a través de diferentes propuestas que conectan con el arte urbano en distintos puntos de la ciudad, como Puerto Madero, la zona de Obelisco y la plaza Vaticano, ubicada frente al Teatro Colón, y los alrededores del Hospital Pirovano. Y Open bici y Camina Buenos Aires que diseñan recorridos guiados a pie o en bici en contacto con la arquitectura de la ciudad. Una buena oportunidad para redescubrir Buenos Aires.
el festival nació en londres en 1992 y se realizó en más de 30 ciudades del mundo: nueva york, roma, chicago, barcelona y lisboa, entre otras