La investigación, en manos de tres países
Los fiscales generales de Colombia, Bolivia y Brasil se reunirán en Santa Cruz de la Sierra para evaluar las pruebas sobre la caída
BOGOTÁ.– Cuatro días después del accidente del vuelo 2933 de la empresa boliviana LaMia en el Cerro Gordo, en Antioquia, que dejó 71 muertos y seis sobrevivientes, ayer se anunció que los fiscales generales de Colombia, Néstor Humberto Martínez; de Brasil, Rodrigo Janot Monteiro de Barros, y de Bolivia, Ramiro José Guerrero, asumirán el liderazgo en la investigación del siniestro.
El próximo miércoles en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, desde donde partió el avión de LaMia, se reunirán en lo que han llamado “un encuentro de cooperación judicial regional”, que tiene como fin dinamizar la investigación sobre el accidente y garantizar una pronta aclaración de la tragedia para las familias de las víctimas.
Los fiscales de los tres países intercambiarán evidencias y evaluarán las hipótesis que se manejan para lograr, de forma rápida, entregar resultados concretos en esta investigación, en donde, hasta ahora, se ha confirmado que la aeronave no contaba con el combustible de seguridad establecido por las normativas internacionales.
Según lo que establecieron las autoridades aéreas de Colombia, el avión que había partido de Santa Cruz de la Sierra pidió prioridad para aterrizar en el aeropuerto José María Córdova, de Medellín, por un problema de combustible. Aunque la torre de control autorizó la aproximación, dos minutos después el piloto declaró emergencia y cinco minutos más tarde alertó sobre una falla eléctrica total y pidió ayuda para el aterrizaje; luego de unos segundos se perdió la señal con la aeronave y se produjo el impacto en la montaña.
A lo que aseguraron las autoridades en Colombia, se sumó una nueva versión, revelada por la unidad de investigación del diario colombiano El Tiempo.
Se trata de la inspectora de vuelos Celia Castelo, que dos horas antes del despegue del avión RJ85 habría advertido sobre la falta de combustible, que según su análisis no era suficiente para llegar a Medellín. La mujer, que es una de las encargadas de verificar y aprobar los planes de vuelo, afirmó que dejó constancia de las irregularidades que encontró y que, sin embargo, se pasaron por alto. Advirtió además que para respaldar sus afirmaciones cuenta con al menos dos testigos, quienes, como ella, son funcionarios del aeropuerto y estaban de turno en el mismo horario.
Alta
Mientras las investigaciones logran establecer por qué a pesar de la advertencia el avión despegó, en Colombia fue dado de alta uno de los seis sobrevivientes del siniestro. Se trata del técnico aéreo boliviano Erwin Tumirí, luego de permanecer cuatro días hospitalizado en la Clínica Somer de Rionegro, a una hora de Medellín.
“Antes de irme quería agradecerle a todo el pueblo colombiano. No tengo suficientes palabras de agradecimiento. Ustedes ya hacen parte de mi familia y espero pronto –no sé cuándo– poder volver a visitarlos”, dijo en un video en el que se le ve con cuello ortopédico y algunas lesiones en las manos y el rostro.
El joven comentó que se salvó por asumir una posición fetal y poner una valija entre sus piernas, como indican las normas para afrontar un accidente aéreo.
Los otros sobrevivientes permanecen bajo observación médica. La auxiliar de vuelo Ximena Suárez se pronunció por redes sociales, en donde agradeció por la ayuda de las autoridades colombianas y recordó a sus compañeros de tripulación. Según los especialistas, en las próximas horas podría ser dada de alta.
El periodista Rafael Valmarbida y los jugadores del club Chapecoense Alan Ruschel, Helio Zampier y Jackson Follman continúan con cuidados intensivos en Colombia. © El País, SL