Por momentos, el juego de Tiger vuelve a generar suspiros
Tras una gran segunda vuelta, ayer el californiano embocó siete birdies en la tercera vuelta; está 10º en Bahamas
Se entusiasman los amantes del golf y del deporte con el regreso de Tiger Woods. Y los que más se esperanzan con ver en su mejor versión al ex número 1 del mundo son aquellos que acompañan a sólo unos metros el paso del norteamericano por el Albany Resort, en Nassau, Bahamas, donde ayer volvió a llevarse un gran número de aplausos y gritos de admiración. Tiger embocó cinco birdies en los primeros siete hoyos de la 3a vuelta del torneo por invitación Hero World Challenge antes de firmar 70 golpes (-2) y quedar décimo, con 208, a 11 del cómodo líder, el japonés Hideki Matsuyama, que totaliza 197 (-19).
Descontracturado y sonriente, sólo los bogeys en los hoyos 13 y 14 y el doble bogey del 18 alteraron la evolución del californiano en la clasificación. A los 40 años, tras 15 meses sin jugar y pasar por dos operaciones en la espalda, sería injusto reclamarle regularidad en el torneo en el que deja atrás 466 días fuera de los greens. Es inevitable ver la mitad llena del vaso: la del celebrado buen trayecto de ida el jueves o los 65 golpes del zarpazo en la segunda ronda o el comienzo de ayer, donde hizo siete birdies y llegó a estar cinco golpes bajo el par.
Mano caliente y vista de lince, Woods ofreció momentos de gran juego y se propagaron los suspiros. Sólo el final fue apagado,empleandoseistiros para un par 4 de 470 yardas. Su mueca quedaba a mitad de camino entre el cansancio y la bronca: allí perdió cuatro posiciones. “Lo más sorprendente es lo rápido que me he encontrado bien. ¿Dónde está la clave? Como siempre, en mi mente”, sentenció Woods.
Emiliano Grillo, el único argentino que participa del torneo, iniciará hoy la vuelta final en el último puesto, entre los 17 participantes. El chaqueño había utilizado 70 y 72 golpes en las primeras dos jornadas, y ayer necesitó 75 tiros (-3), por lo que totaliza 217 (+1) y es el único jugador que está sobre el par.
Grillo, de 24 años, no había nacido cuando Tiger jugó su primer torneo entre profesionales, en Los Ángeles, en 1992. Hoy, en el otoño bahameño, cada uno terminará de escribir su historia; el hombre que busca recuperar el protagonismo y el joven que lucha por hacerse un lugar entre los grandes.