En el cierre del retiro, Macri pidió paciencia y ratificó el rumbo
Reconoció como un error las expectativas generadas de una rápida solución de los problemas
CHAPADMALAL.– Justificó la demora de la recuperación económica, fue autocrítico por las elevadas expectativas que generó en la sociedad y ratificó que la economía crecerá el próximo año. El presidente Mauricio Macri cerró ayer el “retiro espiritual” con la certeza de que el camino que eligió hace un año es el correcto.
“Ya les avisé a los argentinos que no era infalible; no soy David Copperfield [por el mago]”, dijo el jefe del Estado para justificar el magro desempeño de algunas variables económicas. “Lo central del aprendizaje de 2016, para mí y para los que estaban por primera vez en la función pública, es que hay que entender que es un proceso, un camino de cambio de cada argentino y requiere tiempo”, sostuvo Macri.
Según explicó ayer en conferencia de prensa, la demora en la toma de decisiones fue producto del tiempo que llevó “sincerar las bombas” que dejó el gobierno de Cristina Kirchner en materia económica. “Se generó una expectativa de cambio mágico y de eso hay que alejarnos”, manifestó el Presidente.
En ese sentido, aseguró que no habrá cambios bruscos. “Con cualquier atajo que tomemos nos vamos a volver a dar la piña. Este camino es un camino de un ladrillo arriba de otro. Hay que generar previsibilidad, coherencia y confianza. Eso hará de la Argentina un país único, imparable”, describió el mandatario, a su lado lo escuchaba atentamente Marcos Peña.
Durante las 48 horas que duró el “retiro espiritual” Macri insistió con una premisa: es tiempo de redoblar el esfuerzo. no hay más margen para las demoras. En las dos jornadas los ministros y funcionarios –fueron 34 en total – hicieron un repaso de cada área. Macri siguió atentamente todas las exposiciones y cuando finalizaban preguntó, incomodó e, incluso discutió con algunos de sus colaboradores.
“Fue un momento muy productivo desde la lógica del trabajo en equipo y la recarga de energía para redoblar esfuerzos en el segundo año de gestión”, contó a la nacion la vicepresidenta Gabriela Michetti. Y agregó: “Hemos decidido dar lo mejor de cada uno de nosotros para cambiar las cosas que hay que cambiar y no hacer lo mismo que han hecho tantos que deterioraron la calidad de vida y las oportunidades de la gente”.
Al igual que la primera jornada, la actividad comenzó bien temprano. Después de desayunar, los ministros realizaron sus presentaciones. Ayer fue el turno de Patricia Bullrich (Seguridad), Jorge Lemus (Salud) y Pablo Avelluto (Cultura), entre otros. Las 100 prioridades
“¿Y… se metieron al mar?”, así, de buen humor y tranquilo, ingresó el Presidente en la sala de conferencia que se armó en el Hotel 1 del complejo turístico de esta ciudad. El encuentro también sirvió como un relanzamiento de la gestión de gobierno. incluso, según adelantó Macri, en los próximos días se conocerán las 100 prioridades que se planteó para 2017.
“Representa solamente una pequeña cantidad de cada ministerio”, dijo, y explicó que serán monitoreadas por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los secretarios Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Como adelantó la nacion hace dos semanas, Macri tiene como prioridades políticas la reactivación de la economía y la creación de empleo, la rebaja del índice del 32,2% de pobreza, el descenso en los índices de inseguridad y la reducción del narcotráfico. Serían pilares clave de su campaña electoral para las legislativas de 2017.
Esas metas se repartirán en ocho ejes centrales: estabilidad macroeconómica, fortalecimiento institucional, desarrollo humano sustentable, desarrollo productivo, seguridad y narcotráfico e inserción inteligente en el mundo.
El repaso general de lo que fue su primer año al frente del Poder Ejecutivo lo dejó conforme. Tanto fue así que no dudó en ratificar la muy buena calificación para su primer año de gobierno. ¿Después de escuchar en detalle cómo está cada ministerio sigue evaluando su gestión con un ocho”, preguntó la nacion. Y el Presidente no dudó: “Es una buena nota que marca lo que uno puede y debe seguir mejorando. Hemos logrado cosas importantes en este año. La evaluación que hice tampoco es científica”.
La lista de logros que mencionó el Presidente para llegar a esa calificación incluyó la recuperación del diálogo entre los argentinos, con el resto del mundo y la formación de la mesa de diálogo con los sindicatos y empresarios. Y advirtió: “Es algo pésimo, que denigra el valor de la política y de la convivencia, que el que gobierna se crea dueño de lo público, más que creerse servidor público”.
no hubo, finalmente, espacio para el debate político. El intento que pensaban realizar algunos de los presentes para presentarle a Macri la posibilidad de explorar un acuerdo más amplio con otras fuerzas, en particular con lo que definen como “el peronismo racional”, en el que están incluidos varios gobernadores, Miguel Pichetto , Sergio Massa y Diego Bossio , quedó definitivamente sepultado. Con una economía en recesión y con un frente político turbulento, Macri motivó a su tropa, cerró filas y unificó el discurso para encarar lo que será un año clave con la elección legislativa como hecho trascendente.