Proyectos en marcha Defensorías: entre el Estado y los ciudadanos
Perfil: doctoranda en Ciencia Política (Unsam), investigadora becaria del área de Política y Gestión Públida del Cedes su tema: instituciones de protección de derechos, rendición de cuentas, participación ciudadana
“S iempre me interesó la cuestión local –comenta Ingrid Baumann–; las ciudades, la construcción de ciudadanía.” De hecho, no se define como politóloga de partidos o sistemas electorales, sino politóloga de lo que Guillermo O’Donnell definió como “zonas marrones”: espacios donde el Estado de derecho no funciona.
El interés por esos territorios y el convencimiento de que “en términos de cumplimiento de derechos, nuestro país todavía tiene una cuenta pendiente” la llevaron a observar organismos de control público no a nivel nacional, sino subnacional: defensorías del pueblo que actúan en municipios. “Por un lado, una defensoría es un organismo autónomo –describe–; por el otro, no tiene capacidad de sancionar. Hay una tensión: debe negociar con los mismos organismos que responden a sus demandas, pero a la vez ser autónoma. ¿Cómo hace para mantener la autonomía y persuadir con éxito?”
Baumann se explaya en el funcionamiento de estos organismos: “Son mediadores entre las demandas ciudadanas y el Estado. A quienes deben reclamar es a organismos del poder ejecutivo”. Por ejemplo, frente a uno de los casos más habituales –las demandas a las empresas privadas proveedoras de servicios–, las defensorías se dirigen a los entes reguladores. De este modo, encauzan los reclamos ciudadanos por dos vías: mecanismos formales para presentar las demandas y negociaciones informales para conciliar. “A veces agotan sus recursos –explica la politóloga–. Porque si el organismo no responde, ¿qué hacen? ¿Cómo confrontan? La acción judicial es el último recurso, la vía de menos deseada. Hay otras posibilidades de presión, a través de la opinión pública, los medios, las organizaciones sociales.” Pero, insiste, la confrontación es la opción menos eficaz: el principal recurso son las “capacidades relacionales” (además de administrativas) que cada defensoría puede desarrollar.
Baumann considera que otra gran pregunta tiene que ver con el modo en que se diseñan los mecanismos de autonomía de las defensorías. Encontró algo quizás inesperado: “La autonomía depende del grado de incertidumbre legislativa. A mayor incertidumbre, la autonomía se reduce”. Esto, aclara, tiene que ver con las expectativas de alternancia; cuanto menos certezas se tienen respecto de cuál será el próximo gobierno, más resistencias surgen para fortalecer los organismos de control.