Prefiero salvar un gol que hacer uno
Después de lo extraordinario, pasó lo habitual. Lo insólito fue la cantidad de goles que consiguió un back; lo típico, que el jugador en cuestión desconocía cuántos fueron hasta que un periodista se lo informó. Sucedió con Juan Martín Nero, que en el abismal 27-4 de La Dolfina contra Cría Yatay en la primera semifinal del Argentino Abierto anotó nueve veces. Sin penales. Ninguna memoria y ningún registro disponible dan cuenta de semejante número para un Nº 4, o sea, un defensor, en la historia del Argentino Abierto. Hasta el trenquelauquense, siempre prudente y calmo, se asombró con su cifra. Pero sorprendió con una revelación: en realidad disfruta más evitar los tantos ajenos...
Esto contó Nero luego del pase a la final. –¿Sabés cuántos goles hiciste? –No, ni idea... –¿Cuántos creés? –Eeehhh... No sé. ¿Cinco habré hecho? –Nueve. –¿En serio? ¡Mirá qué raro! Rarísimo. –Y Pablo Mac Donough te robó el primero en el arco de Libertador; si no, serían 10... –¡Qué hijo de p...! La verdad es que estoy contento. Se jugó bien. Yatay es un equipazo, pero viene repitiendo caballos desde septiembre, y entonces claramente teníamos ventaja. –¿Que marcaras tantos goles se dio de casualidad, o un partido en el que el rival exigía menos te permitió jugar más suelto? –Pasó eso. Tener un poco más de espacios me daba más tiempo para atacar. No es normal que yo haga esa cantidad de goles. Por suerte, jugamos bien y llegamos bien a la final, lo que deseábamos. –Siendo back, ¿qué disfrutás más: una buena salvada sobre la línea o un gol propio? –Te diría que salvar, ¿eh? Sí. Prefiero salvar un gol que hacer uno. Sí, sí. –¿Y el equipo te pide que salves goles o te invita a atacar? –Me pide que ataque un poco. Eso hace que rotemos y que cambie nuestro juego para el rival. Si yo ataco un poco, Adolfito [Cambiaso] se mete al medio. Eso hacemos bastante bien en equipo. –¿El permiso para irte adelante se terminó con este partido o puede seguir en la final? Se supone que va a haber un rival más fuerte. –Seguramente el rival va a ser mucho más fuerte, sin desmerecer a Yatay, que es un equipazo, que hizo una temporada impresionante. Era lógico que le pasara esto: viene repitiendo caballos desde el 15 de septiembre. Lo que logró es como para felicitarlo y sacarse el sombrero. Pero la final va a ser distinta. No sé quién va a pasar; parece que va a ser Ellerstina, pero tiene que jugar. Y será un partido que va a definirse en el último chukker, seguro. –Si Yatay no hubiera repetido los caballos por tanto tiempo, ¿por qué diferencia habría terminado este partido, en vez de por 23 goles? –No sé, pero muchísima menos. Habría sido mucho más parejo. Tenemos 10 goles más de handicap; es lógico que ganemos. Pero no es ésta la distancia. Hicimos mucha diferencia por los caballos; era imposible que los de ellos no sintieran la temporada, después de lo que hicieron los chicos. –¿Como semifinal preferís un encuentro más apretado o esto, un partido por los puntos pero de menor exigencia? –Lo que prefiero es ganar. En este caso se pudo cuidar algunas yeguas, y llegamos con confianza, jugando bien. Esto nos vino bien. –¿Qué te gustó de La Dolfina, más allá de la gran ventaja? –Que jugamos de primera; que cuando hubo que parar un poquito, paramos; que rotamos bien; que hoy ataqué yo y otro día ataca otro... Por estos cinco años en que venimos jugando juntos, nos conocemos cada vez más y jugamos bastante de memoria. Eso está bueno. –¿Preferís a algún adversario? –Me da igual. Quiero ganar.