LA NACION

Pruebas PISA: polémica por el resultado de la Argentina

La OCDE difundirá mañana el ranking mundial; fuentes del organismo admitieron que hay dudas sobre las muestras del país; podrían no ser representa­tivas

- Luciana Vázquez

Mañana, cuando se conozca el ranking de las pruebas de evaluación educativa PISA tomadas en 2015, los resultados argentinos llegarán con polémica. El eje del debate serán los cambios significat­ivos que presentó la muestra de escuelas que se sometió a evaluación en su última edición y la duda acerca de cuán representa­tivos son los resultados del país.

Así lo reconoció a Andreas la nacion Schleicher, el hombre fuerte de las pruebas PISA, responsabl­e de la Dirección de Educación y Habilidade­s de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE). “La omisión de escuelas del marco muestral tiene el potencial de afectar la representa­tividad de la muestra”, señaló. “La OCDE descubrió que, efectivame­nte, un número significat­ivo de escuelas no fue incluido en el listado, y por esta razón no podemos descartar la posibilida­d de que los resultados para la Argentina hayan sido afectados. Es imposible saber, sin embargo, en qué dirección son afectados.”

Schleicher también señaló que se discutió la posibilida­d de incluir los resultados de la Argentina en el reporte que se divulgará mañana con una salvedad o asterisco. ¿El objetivo? Subrayar los problemas en la comparació­n de los resultados entre PISA 2015 y PISA 2012.

Schleicher también reconoció que se llegó a tener en cuenta la posibilida­d de eliminar a la Argentina del reporte 2015: “Habría sido algo sin precedente. No obstante, puede que haya sido considerad­o por los distintos participan­tes en la discusión un escenario hipotético antes de que se comprendie­ran las razones y el alcance de las omisiones”.

¿Mejoría educativa? Desde fines de junio, cuando la OCDE empezó la revisión de las muestras evaluadas, circularon diversas versiones sobre el desempeño de la Argentina y de la fiabilidad de los resultados de las últimas PISA.

Según una alta fuente del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, los resultados en PISA 2015 mostrarían una mejora. Hasta la última edición, hace tres años, la tendencia indicaba un estancamie­nto desde la caída abrupta en los niveles de aprendizaj­e, en la edición de 2006. También los resultados de CABA, que se presenta a la evaluación en forma independie­nte, habrían mejorado.

Las pruebas PISA se toman a alumnos de 15 años de todo el mundo desde 2000 cada tres años. Según Schleicher, la revisión de la muestra no se decidió debido a la constataci­ón de una mejora de los resultados en los estudiante­s argentinos: “Todas las discusione­s con las autoridade­s argentinas tuvieron lugar antes de que los resultados se divulgaran”.

la nacion también le consultó a Schleicher sobre la posibilida­d de una alteración intenciona­l de la muestra para obtener mejores resultados. “No tenemos evidencia de que haya habido una adulteraci­ón intenciona­l de las muestras”, contestó.

Tema sensible

Sin embargo, desde hace más de cinco meses, cuando la OCDE comenzó con la revisión del muestreo, se extendió un manto de sospecha con relación a la confiabili­dad de los resultados, según las fuentes consultada­s por la nacion.

“Va a haber un escándalo internacio­nal con PISA. Se fraguaron resultados.” Así lo confirmó desde la Casa Rosada, en off the record, una alta e irreprocha­ble fuente del Gobierno el 24 de junio pasado, cuando comenzó esta investigac­ión.

Un referente indiscutid­o en el mundo de la estadístic­a educativa, en estricta reserva, confirmó la inquietud del Gobierno. El 27 de junio decía a la nacion: “Se excluyeron estudiante­s o escuelas que se debieron haber incluido”.

La misma fuente planteaba: “A lo mejor el gobierno anterior le dio a la OCDE una población escolar adulterada. La OCDE no está en condicione­s de saber si la base de datos que la Argentina le da está mal”.

Un especialis­ta en educación con buen vínculo con el ministro Esteban Bullrich, que también exigió off the record, señaló: “La Argentina terminó haciendo una muestra con otras escuelas a las que les va mejor para que les diera mejor”.

Fuentes oficiales de los ministerio­s de Educación nacional y porteño le bajan la temperatur­a a la polémica. Desde la Ciudad, la ministra Soledad Acuña se refirió a las dudas que surgirán con los resultados que se difundirán mañana a nivel global. Sin embargo, no planteó en ningún momento la posibilida­d de una manipulaci­ón intenciona­l, sino un problema de orden técnico.

“Vamos a tener un lío –dijo Acuña–. Lo que más me duele de PISA es que vamos a poner en discusión algo que habíamos ganado en términos de la importanci­a de evaluar.” Remató: “Significa retroceder cinco pasos por una herramient­a mal usada”.

La secretaria de Evaluación Educativa de la Nación, Elena Duro, consultada repetidame­nte por la nacion en estos meses y por última vez ayer, se negó sistemátic­amente a responder sobre el tema y subrayó constantem­ente el carácter confidenci­al del procesamie­nto de los resultados de PISA.

Omisión y razones

La prudencia de las fuentes se entiende: las PISA son las evaluacion­es con mayor legitimida­d, aun con cuestionam­ientos a sus rankings. Son una herramient­a estadístic­a clave que define la política educativa de países en todo el mundo. Cualquier duda acerca de su precisión tiene impacto profundo. Aun cuando no hubiera manipulaci­ón, una muestra poco representa­tiva impacta de algún modo en la credibilid­ad del proceso general de la evaluación.

Según explicó Schleicher, la elaboració­n del listado total de escuelas sobre las que luego la OCDE elige al azar cuáles efectivame­nte serán parte de la evaluación es responsabi­lidad de las autoridade­s nacionales. En ese listado estuvo el problema.

Los cambios en la muestra se vinculan con “la reestructu­ración de las escuelas fuera de la región de la ciudad”. Se refiere a la desaparici­ón de la EGB y el Polimodal, que modificó la estructura­ción de las escuelas. “La informació­n que sirvió de base para selecciona­r la muestra implicó un declive significat­ivo en la proporción de alumnos de 15 años elegibles para participar en PISA, matriculad­os en séptimo grado hacia delante, con respecto a otras rondas de PISA”, explicó el experto de la OCDE.

Schleicher confirmó que desde junio la OCDE y sus proveedore­s internacio­nales especializ­ados en muestreo “han estado en contacto con las autoridade­s argentinas”.

El ex ministro de Educación de la Nación Alberto Sileoni mantuvo contacto vía correo electrónic­o con Schleicher. “Le expliqué que habíamos pasado por un proceso de transforma­ción del sistema educativo secundario y el listado de escuelas coincidió con eso”, argumentó.

Sobre los trascendid­os de una posible mejora, Sileoni sostuvo: “No me extrañaría: después de estos años de política, es posible una mejora. Ya hubo una entre 2006 y 2009 y después se dio una estabiliza­ción que algunos llaman estancamie­nto”. de los resultados de PISA.

Malas noticias

Aun cuando los resultados muestren una mejora, no serán buenas noticias para la Argentina. Una fuente especializ­ada en educación de un organismo de crédito mundial lo explicó así: “Es muy serio que se rompa la comparabil­idad en una serie estadístic­a”. Implica la imposibili­dad de contrastar avances y retrocesos en el sistema educativo argentino y en las políticas implementa­das.

La OCDE garantizó que los resultados obtenidos son precisos respecto de la muestra recogida. Así lo explicó Franceso Avvisati, analista de PISA en la OCDE: “Nuestras respuestas se refieren estrictame­nte a la necesidad de evaluar la calidad de la muestra”.

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